Estados Unidos trabaja con China para acabar con las "provocaciones" de Corea del Norte

Trump ha encargado a su gabinete que le proporcione "opciones" que estén listas si el régimen norcoreano "se niega a desnuclearizarse"

Estados Unidos trabaja con sus aliados internacionales y con el Gobierno chino para acabar con las provocaciones de Corea del Norte, que este domingo volvió a hacer un ensayo, aunque fallido, del lanzamiento de un misil.

"Estamos trabajando junto a nuestros aliados y socios, y con los líderes chinos, para elaborar una gama de opciones" que estén listas si el régimen norcoreano persiste en su "patrón desestabilizador y provocador" y se niega a "desnucleanizarse", dijo este domingo el asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, H.R. McMaster.

"Creo que hay un consenso internacional ahora, incluidos los líderes chinos, en que esta situación simplemente no puede continuar", afirmó en declaraciones a la cadena estadounidense ABC desde Kabul (Afganistán), adonde llegó este domingo para tratar la situación de ese país en materia de seguridad.

McMaster defendió que "hay realmente un consenso entre el presidente (Trump) y aliados claves en la región -Japón y Corea del Sur en particular pero también los líderes chinos- de que este problema está llegando a una etapa crucial".

"Es el momento de que emprendamos todas las acciones que podamos, salvo la opción militar, para tratar de resolver esto pacíficamente"


Por eso, dijo, "es el momento de que emprendamos todas las acciones que podamos, salvo la opción militar, para tratar de resolver esto pacíficamente".

Así, en las "próximas semanas, meses", McMaster cree que habrá "una gran oportunidad para todos" de "emprender acciones excepto el conflicto armado, de manera que pueda evitarse lo peor".

Preguntado por si la opción militar sigue sobre la mesa, el asesor respondió: "todas nuestras opciones están sobre la mesa, en proceso de mejora y de desarrollo más a fondo".

Según el asesor, Trump ha encargado a su gabinete que le proporcione "opciones" que estén listas si el régimen norcoreano "se niega a desnuclearizarse", que es el "objetivo aceptado tanto por Estados Unidos como por los líderes chinos, así como por los aliados en la región". "Vamos a confiar en nuestros aliados como siempre hacemos, pero también vamos a tener que confiar en los líderes chinos. Quiero decir, Corea del Norte es muy vulnerable a la presión de los chinos, el 80 por ciento de su comercio procede de China", indicó McMaster.

"El presidente (Trump) ha dejado claro que no aceptará que Estados Unidos y sus aliados y socios en la región estén bajo la amenaza de este régimen hostil con armas nucleares", agregó.

Sobre el lanzamiento fallido de este domingo de un misil norcoreano, comentó que "encaja en el patrón de comportamiento provocador, desestabilizador y amenazante del régimen de Corea del Norte".

"No está claro qué haremos y no queremos telegrafiar de ninguna manera cómo responderemos a ciertos incidentes, pero está claro que el presidente (Trump) está determinado a no permitir este tipo de capacidad de amenazar a Estados Unidos", indicó. "Nuestro presidente tomará la acción que sea mejor en el interés del pueblo estadounidense", añadió.

Trump escribió este domingo su habitual serie de mensajes en Twitter pero en ninguno se refirió directamente al ensayo norcoreano, que anunciaron portavoces del ministerio de Defensa de Corea del Sur y confirmó el Pentágono, con mutismo absoluto desde Corea del Norte.

"Corea del Norte es muy vulnerable a la presión de los chinos, el 80 por ciento de su comercio procede de China"

Lo que sí hizo Trump es justificar el no haber declarado a China manipulador de moneda, como prometió en su campaña, en que el país asiático está "trabajando" con EE UU en "el problema norcoreano".

Quien se pronunció sobre el lanzamiento, desde Corea del Sur, fue el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que aterrizó en Seúl poco después del ensayo para iniciar su gira asiática. "La provocación de Corea del Norte es simplemente el último recordatorio de los riesgos que encara cada uno de vosotros cada día", dijo Pence ante un grupo de militares estadounidenses.

También quiso reafirmar que hoy "es más fuerte que nunca" el "compromiso" de su Gobierno con la alianza militar con Corea del Sur, país por el que tomó parte en la Guerra de Corea (1050-1953) liderando la coalición de la ONU que luchó contra tropas norcoreanas.

Pence se reunirá este lunes con el presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-ahn, y se espera que analicen maneras de presionar a Pyongyang para que abandone su programa nuclear y de misiles a través de una mayor presión diplomática y también de sanciones aún más duras.

Un asesor de Casa Blanca explicó a la comitiva de periodistas que viaja con Pence que el misil disparado seguramente fue un proyectil de alcance intermedio y descartó que se tratara de uno con rango intercontinental (ICBM).

En enero, el líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró que su país ultima el desarrollo de un ICBM que pueda alcanzar EE UU y Pyongyang exhibió el sábado, durante el desfile militar para celebrar el cumpleaños del fundador del régimen y abuelo de Kim, unos supuestos nuevos misiles de este tipo.

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