La próxima semana se celebrará el juicio —en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra—, contra la banda del crimen que intentó sustraer a otros narcotraficantes una partida de cocaína. Si bien lo agravante del caso, es que a los cacos fueron ayudados por un agente de la Guardia Civil.
El guardia se encuentra entre los siete procesados, de la misma forma que los dos narcotraficantes que fueron víctimas de asalto en un control fictício en una gasolinera de Mos. En enero de 2014, los cinco encausados que formaban parte de un grupo organizado planaron asaltar a los narcos y quitarles medio kilo de cocaína que luego distribuirían.
En el registro a la casa de Marino Giménez se encontraron armas de fuego, drogas y varios teléfonos móviles
A la cabeza de ellos se situaba Marino Giménez —hermano de Sinaí Giménez, autodenominado 'príncipe de los gitanos'—, por el cual la Físcalía pide penas que oscilan ente los cuatro y 12 años, por un delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal, así como el de tenencia ilícita de armas.
El fraude contó con un falso control policial, allí el agente imputado procedió a darles el alto utilizado un vehículo rotulado de la Guardia Civil. El acusado apareció uniformado, y haciendo exhibición de su arma reglamentaria. Le acompañaba otro agente, que según la Fiscalía no ve acreditado conocimiento de la actuación de su compañero.
En ese instante, miembros de la Policía Nacional que seguían los pasos de los asaltantes abortaron la operación, y detuvieron a los procesados. Marino Giménez fue intervenido con 1.040 euros, y dos teléfonos móviles.
