Un hombre fallece en lo alto de un árbol mientras lo podaba en Antas

Los arneses de seguridad evitaron que la víctima cayese al suelo cuando se encontró indispuesta. El cuerpo quedó suspendido a unos 5 metros de altura y tuvo que ser rescatado

Un hombre falleció este viernes en su finca de Verín, en la parroquia de Peibás, en Antas de Ulla, cuando se encontraba en lo alto de un árbol que estaba podando.

Sobre las 12.40 horas, una persona descubrió el cuerpo Félix Diéguez Diéguez, de 62 años, colgando de los arneses de seguridad que había utilizado para subirse al árbol. Al ver que el cuerpo permanecía suspendido e inerte y que el hombre no respondía a sus llamadas, fue cuando decidió alertar a la central de emergencias del 112 Galicia.

Al lugar se desplazó el helicóptero medicalizado con base en Ourense, la Guardia Civil y el GES de Monterroso, pero a pesar de los medios movilizados ya nada pudo hacerse por salvar su vida.


Este año son ya cinco las muertes que se contabilizan en la provincia por accidentes relacionados con la tala


El hombre se había subido al árbol de una finca de su propiedad en Peibás, de donde era natural, para podar unas ramas. Antes de hacerlo, había adoptado todas las medidas necesarias de seguridad, aunque el infortunio hizo que cuando estaba en lo más alto se acabase desvaneciendo y su cuerpo quedó suspendido a unos cinco metros de altura, colgando de los arneses de seguridad.

Al parecer Félix Diéguez llevaba años residiendo con su familia en A Coruña, aunque siempre mantuvo un estrecho vínculo con su aldea natal, donde era una persona conocida y apreciada. En los últimos tiempos estas visitas a la localidad ulloana eran todavía más frecuentes, ya que al parecer el hombre estaba actualmente prejubilado, por lo que tendría más tiempo libre.

Por las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento, en un principio se pensó que este podría haberse producido por un accidente relacionado con las labores propias de la tala.

TALAS FATALES. Y es que, aunque en este caso no fue así, este año son ya cinco las muertes que se contabilizan en la provincia por accidentes relacionados con la tala de árboles.

El pasado martes fallecía en Vilalba un hombre de 64 años al caerle encima el árbol que cortaba. Un mes antes también fallecía un octogenario monfortino por el impacto de otro árbol. En febrero murió un operario de Xermade de 28 años y en Muras, un vecino de Ourol al resbalar en una rama. En enero, un hombre natural de Carballedo también perdía la vida al ser alcanzado por un pino.

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