El grupo municipal de Lugonovo ha denunciado que el Centro de Educación Infantil y Primaria Rosalía de Castro, en la capital lucense, empieza todas las semanas "con resaca" a causa de los efectos que dejan "el botellón y el vandalismo" en el mismo patio del colegio.
"Cada lunes", denunció el portavoz de Lugonovo, Santiago Fernández Rocha, los alumnos que regresan a sus clases y el personal docente de este colegio se encuentra con "jeringas, excrementos y orines", así como "latas y botellas para llenar tres sacos de basura".
Se trata, advirtió, de una "situación insostenible", que afecta "a los 380 alumnos de infantil e primaria matriculados en este centro". De hecho, Fernández Rocha afirmó que, cuando fue a visitar el centro para conocer de primera mano el problema, se encontró con que la zona ajardinada, donde deberían jugar los niños, estaba llena "envases de bebidas, heces humanas y con un olor insoportable a orina".
"El personal de limpieza llevaba horas tratando de poner orden para evitar que los niños viesen toda aquella suciedad o incluso pudiesen lastimarse con los desperdicios, porque entre otros objetos, llegaron a recoger jeringuillas".
Fernández Rocha criticó "con muchísima dureza" la "pasividad del gobierno local" ante esta situación "tras varios requirimientos por parte del centro".
El botellón convierte en un "vertedero" el patio del Rosalía de Castro
Fernández Rocha advierte de que se trata de de una "situación insostenible" y critica la "pasividad del gobierno local"