Descartan que alguno de los cuchillos analizados fuese el arma que mató al farmacéutico ourensano

En la tercera jornada del juicio se ha confirmado la presencia de restos de ADN de la víctima en la ropa del acusado
El acusado de matar al farmacéutico, durante el juicio
photo_camera El acusado de matar al farmacéutico, durante el juicio

Los forenses y el servicio de biología han coincidido este miércoles en que "ninguno" de los cinco cuchillos analizados durante la investigación por la muerte del farmacéutico ourensano Tomás Milia (en octubre de 2013) pudo ser el arma que se usó para acabar con su vida, ya que son de un material distinto a los restos metálicos hallados en la garganta de la víctima.

Durante la tercera jornada del juicio que sienta en el banquillo a Alexandru M.L. se ha confirmado la presencia de restos de ADN de la víctima en la ropa ensangrentada del acusado; así como de sangre del fallecido en el cuchillo que se encontró dentro de una papelera a escasos metros de su vivienda.

Además, el forense ha señalado la presencia de "contusiones leves" en la cabeza de Tomás Milia que apuntan a un forcejeo al intentar defenderse y la posibilidad de que el agresor tuviese inmovilizada a su víctima con el antebrazo.

Tomás Milia falleció por las heridas del cuello, una que le afectó al cartílago de la nuez y a la vena yugular superficial y una segunda que le afectó a la yugular profunda y provocó que muriese desangrado. Las dos heridas se produjeron por la espalda, mientras que la del abdomen se realizó cuando ya había fallecido.

Así lo ha explicado este miércoles el forense que realizó la autopsia y para el que sólo uno de los cinco cuchillos analizados durante la investigación "tiene características morfológicas" compatibles con las heridas que el fallecido presentaba en su garganta.  En concreto, se trata del arma que se encontró dentro de una bolsa en una papelera a escasos metros de la vivienda, que, según el forense, coincide en tamaño y en filo con las heridas del cuello.  Sin embargo, ha descartado que haya sido el arma del crimen porque en la zona de la nuez del farmacéutico se encontraron restos metálicos de hierro y cinc, mientras que el cuchillo analizado está compuesto por una aleación de hierro y plomo.

Sobre la posibilidad de que los restos encontrados en la garganta de la víctima se correspondieran con los de una cadena que portaba y que se le introdujo en la herida, el forense ha reconocido que no conoce la composición de esa joya.

LABORATORIO DE BIOLOGÍA. También para los técnicos del servicio de biología "de todas las armas únicamente una es compatible con las heridas" (la encontrada en la papelera). Sin embargo, han coincidido con el forense en que el material de éste cuchillo no coincide con las esquirlas de la garganta de la víctima.

El inspector del laboratorio de biología que analizó las pruebas ha confirmado que el cuchillo encontrado en la papelera cercana a la vivienda contenía restos de sangre de Tomás Milia.

Este laboratorio también ha encontrado restos de ADN tanto de la víctima como del presunto asesino en una mancha de sangre en la pernera izquierda del pantalón de Alexandru M.L. y en los guantes de látex encontrados en la bolsa que se encontró en la papelera de la calle Lorenzo Fernández Xocas.

En el interior de esta bolsa se localizaron un cuchillo y unos guantes de látex con restos de sangre de la víctima, así como la caja de guantes de látex que contenía una huella dactilar del acusado.

Está previsto que el jueves remate el juicio contra Alexandru M.L. acusado de homicidio, robo con violencia, hurto, atentado contra la autoridad y delito de incendio. La Fiscalía y la acusación del viudo reclaman 34 años de prisión, mientras que la acusación de la familia solicita 49 años y la defensa la libre absolución.

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