Detienen al supuesto responsable de la oleada de robos en garajes en Poio y Pontevedra

La Guardia Civil le atribuye al menos 105 asaltos a turismos en varios municipios, a los que hay que añadir una veintena más ocurridos en la ciudad del Lérez ►Los hechos se produjeron entre marzo y abril con idéntico modus operandi
El detenido, de espaldas, custodiado por los agentes
photo_camera El detenido, de espaldas, custodiado por los agentes

El día de la celebración de San Patricio, cada vez más concurrida en Pontevedra y en otras localidades de la provincia, fue la fecha elegida por A.C.F., un vecino de Vigo, para iniciar una espiral delictiva centrada en los hurtos en el interior de vehículos estacionados en garajes comunitarios de varias de las principales localidades de la provincia. Un mes y medio después, agentes de la Guardia Civil (con la destacada participación de los miembros de los puestos de Cangas y de Baiona) lograron detener al presunto autor de los robos, que ascienden a más de 120, a falta de la realización del cómputo total en base a las denuncias interpuestas en las sedes de policías locales, comisarías y puestos del Instituto Armado de la provincia.

ASÍ COMENZÓ TODO. La noche en la que el ahora detenido inició los asaltos que se le atribuirán dejó un rastro claro en Pontevedra y Poio. Las denuncias que llegaron por hechos muy similares a la Comisaría y a la Comandancia partían de garajes comunitarios de gran tamaño próximos a las estaciones de tren y autobús (posiblemente procedía de Vigo) y continuaban por Fernández Ladreda y Rosalía de Castro en dirección al puente de A Barca, finalizando a la altura de Casa Solla, en Poio. Solo esa jornada se cuantificaron 27 hurtos en Poio y más de una veintena en Pontevedra en una estrecha franja horaria y con idéntico modus operandi: el ladrón actuaba solo, intentaba causar daños leves en los vehículos, bien fracturando los cristales triangulares ubicados junto a las puertas, de apenas unos centímetros, o bien haciendo palanca en las lunas con un destornillador. Su objetivo primordial era el dinero en efectivo, como destacaron desde un primer momento la Policía Nacional y la Guardia Civil. Los investigadores del Instituto Armado sostienen que necesitaba liquidez «para satisfacer las necesidades que le ocasionaba su adicción al juego».

El presunto ladrón buscaba dinero en efectivo para satisfacer las necesidades que le ocasionaba su adicción al juego

Los testimonios de algunos vecinos y las grabaciones de las cámaras de seguridad en Cangas sirvieron para desenmascararle

En algunas ocasiones también sustrajo otros objetos de valor que se encontraba en los turismos, pero no eran su botín preferente.

OTRAS POBLACIONES. Tras completar con éxito los asaltos en Poio y en Pontevedra, el ladrón, que solía asaltar los garajes comunitarios los viernes, sábados o vísperas de festivos, aguardó una semana para dirigirse a una de las principales villas de O Morrazo: Moaña. Allí cometió al menos 19 hurtos más, según los datos que manejan los investigadores de la Guardia Civil merced a las denuncias interpuestas en sus acuartelamientos.

Ya en el mes de abril, en dos fechas distintas, se produjeron «otras dos avalanchas de robos de similares características», según explica la Guardia Civil.

La primera tuvo lugar en Cangas, en la que resultaron afectados cerca de medio centenar de vehículos, 22 de ellos por robos y 25 más por daños.

Una semana más tarde, el caco optó por desplazarse al Sur de la provincia, perpetrando al menos una docena de hurtos más en espacios comunitarios de estacionamiento del casco urbano de Baiona.

Para dar con la identidad del ahora detenido, que fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Vigo en la mañana de ayer, resultó esencial la colaboración ciudadana, pues varios testigos pudieron acreditar la presencia de una persona cuyas características físicas se correspondían con las del sospechoso en las inmediaciones de los garajes.

Junto a ello, fue importante la presencia de cámaras de seguridad en algunos de los inmuebles que fueron objeto de asalto, en concreto en los de la localidad de Cangas do Morrazo.

El ladrón, que fue interceptado por los funcionarios de la Benemérita en la mañana del martes en el mismo instante que abandonaba su domicilio de Vigo, demostró cierta pericia en sus fechorías, pues acostumbraba a trabajar en garajes de gran tamaño en los que podía pasar desapercibido. Sin embargo, el hecho de dirigirse a núcleos de población más pequeños fue uno de los motivos que le llevó a levantar sospechas, tanto a través de los vecinos como de las citadas cámaras de vigilancia.

Los investigadores deberán seguir trabajando para realizar el cómputo exacto de robos cometidos por este individuo en la provincia en las últimas semanas.

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