Las grietas en el muro de la Fortaleza amenazan con nuevos derrumbes

El Concello de Sarria y los propietarios del cierre mantienen un pleito por la reparación de los daños. Los desprendimientos sufridos llevan más de tres años a la espera de ser subsanados
El desprendimiento de piedras en la Rúa do Castelo sigue vallado y pendiente de reparación
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Las grietas que presenta el muro de la Fortaleza de Sarria amenazan con nuevos desprendimientos, que vendrían a sumarse a los registrados hace ya más de tres años, los cuales continúan pendientes de reparación y están en manos de la justicia.

A la altura del campo de la feria, el cierre de la finca que ocupa el monumento sarriano se resquebraja. Cerca de una de las zonas ya derrumbadas se localizan otras tres grietas de considerable tamaño, con el consiguiente riesgo de caída de piedras. De igual modo, la pared ya desplomada está peligrosamente inclinada hacia el recinto donde se celebra la feria.

El muro de la Fortaleza, que data de mediados del siglo XIX, rodea una propiedad de más de 9.000 metros cuadrados que linda con varias calles. En el año 2012 se registró ya un primer desprendimiento en la Rúa do Castelo -cerca de la calle Maior-, el cual se vio agravado en febrero de 2014, al caer otra parte del cierre en el mismo lugar. Desde entonces las piedras permanecen ocupando parte de la calzada, con unas vallas del Concello señalizando la zona.

En una situación similar se encuentra el derrumbe del campo de la feria, ocurrido en junio de 2013, también vallado y, en la parte de la finca, tapado con un somier.

El pasado año, el Concello sarriano acordó imponer una multa coercitiva de mil euros a los dueños de la Fortaleza por la demora en la reparación del muro tras ser requeridos por la administración local meses atrás para subsanar los desperfectos.

Los propietarios, por su parte, llevaron el caso ante los tribunales porque responsabilizan al Concello de los daños en el cierre. Según su versión, estos serían consecuencia de las obras realizadas en la calle en la década de los 80 del pasado siglo, cuyo rebaje habría afectado a la estabilidad del muro y ocasionado filtraciones de agua.

Según señaló ayer la alcaldesa, Pilar López, el asunto está pendiente de resolución judicial.

La Fortaleza de Sarria y la finca que ocupa motivaron en 2015 el inicio de un proceso de expropiación, el cual fue paralizado al año siguiente tras el cambio de gobierno por temor al justiprecio.

El último acuerdo plenario referente a este BIC se produjo en marzo, cuando se aprobó una moción para reclamar la publicación de una modificación de las normas subsidiarias del planeamiento del año 1990 que califica estos terrenos como dotacionales.

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