El discípulo de Wenger

Dos décadas de éxitos en el que la figura estirada y el temple alsaciano fueron la marca de la casa de un club antes acostumbrado a la derrota. Arsene Wenger es el gran técnico del Arsenal, con el que disputó 19 años seguidos la Liga de Campeones, ganó Premiers, FA Cups y coleccionó talento joven en Highbury y el Emirates. Al lado del preparador de Estrasburgo se crió un defensa que brilla en el Ángel Carro, Ignasi Miquel. El catalán recuerda su paso por el club gunner en un momento en el que el prestigio de su expreparador puede no valer para seguir en Londres.

Wenger y su equipo le habían dado el ok a la llegada de Miquel desde el Cornellá cuando era un adolescente. "Me dijeron que iba a ir una semana para probarme", recuerda Ignasi. "Mi semana allí fue buena, les gusté y a mí también me gustó lo que vi y tiré para adelante. Al final no fue una decisión fácil que tomar, pero fue de las mejores que tomé", añade.

El actual defensa del Lugo elogia a la figura de un técnico en la picota para parte de la afición del Arsenal, pero respetado en los despachos. "Desde fuera Wenger puede parecer serio, pero tiene una buena relación con los jugadores y le gusta tratar con ellos. Siempre está atento a todo, tiene a su gente, que le ayuda, y siempre está encima de nosotros. Puede parecer más serio pero siempre está atento a lo que puede pasar en el vestuario y siempre que te pueda ayudar lo hace".

"En el club es un ídolo y es muy respetado. Últimamente en la afición o en los medios, por el hecho de no ganar títulos, se le está criticando un poco más y la afición está un poco más en su contra, pero dentro del club se sabe lo que es y que es una institución".

El método Wenger pasa por el respeto al balón y al trabajo con los jóvenes, una cantera de la que salió el propio Miquel. "Tuve la suerte de vivir su trato hacia la cantera. Wenger no tiene miedo a subir a un jugador si le ve potencial. Si cree que vale lo sube a entrenar con el primer equipo. No tiene miedo en lanzarte a los leones".

Ignasi debutó en el terreno del segundo club más antiguo de Londres, el Leyton Orient, el 20 de febrero de 2011 con 1-1. En Premier League jugó su primer encuentro ante el Liverpool de Luis Suárez en el Emirates por la lesión de Koscielny. "En ese momento no estaba pensando en nada, solo en: 'entra, trabaja y reacciona y vete con todo'. Fue en el minuto 15, estaba en el banquillo como había estado antes en Liga, pero no me esperaba debutar. Cuando ves que Koscielny cae no sabes lo que se pasa por la cabeza. Pasas de estar en el banquillo pensando en tus cosas a que tienes que entrar en solo un minuto. Pasaron muchas cosas por mi cabeza, pero más por el hecho de hacerlo bien que por el debut, porque fuera el Liverpool y que había jugadores enormes delante".

Miquel jugó 5 partidos en Premier en dos años, 1 de la Champions League ante el Olympiakos, 3 de la FA Cup y 5 de la Copa de la Liga como gunner. Lo suficiente paa poder contar que un día fue un discípulo aventajado del maestro Wenger.