"No vamos a castigar a nadie porque le dé un poco de leche a un animal"

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, ha asegurado este martes que la Xunta, "no va a castigar a nadie porque le dé un poco de leche a un animal, ni porque lo acoja en su casa en un primer momento", puesto que el proyecto de ley de protección y bienestar de animales de compañía no pretende "limitar la solidaridad" de la ciudadanía.

Mato se ha expresado así en la inauguración de una jornada en la que la Xunta ha presentado su proyecto normativo a varios agentes de la sociedad civil.

La conselleira ha dicho que se mantendrán las "peticiones de multa" a quienes alimenten animales abandonados en la calle sin contar con autorización y a quienes recojan de las calles a perros y gatos abandonados sin tener el permiso correspondiente, pero ha añadido que habrá "excepciones" en los casos de "emergencia" en los que la salud del animal corra peligro.

Con ello, no se procederá a sancionar a quien alimente en un primer momento a un animal abandonado, porque no se busca "limitar la solidaridad de la ciudadanía" que "siempre es bien recibida", ha remarcado.

No obstante, ha incidido en que el proyecto gallego "pretende la protección de los animales de compañía y, por encima de todo el bienestar" de forma que el proceder más adecuado al encontrar a un animal es introducirlo en un mecanismo de acogida controlada.

En este sentido, ha señalado que cuando alguien encuentre a un animal en la calle "lo primero de todo será atenderlo", puesto que es la "primera reacción" en las personas, pero lo siguiente es "exactamente igual" que "con cualquier otra cosa si la encontramos" que es "llevarlo a un centro especializado para que se garantice" su correcta atención.

En estos centros, comprobarán si es un animal abandonado con propietario para "devolverlo a su dueño", por ello la finalidad de que tenga un microchip, y en caso contrario garantizar una "atención de calidad y un proceso de adopción reglado".

En resumen, para la conselleira se trata de "aplicar el civismo y lo que dice la lógica" porque "nadie debería quedarse con un animal que encuentra en la calle así porque sí".

Tras ello, la responsable de Medio Ambiente del Ejecutivo gallego ha señalado que se trata de un proyecto de ley "ambicioso" y ha dicho estar abierta a la incorporación de enmiendas de los grupos políticos, como las ya estudiadas e incluidas aportadas por el grupo mayoritario, y de asociaciones en defensa de los animales.

Ha señalado que los objetivos principales de la normativa es luchar contra el maltrato o el abandono, promoviendo la adopción y el fomento de la concienciación del bienestar animal y fomentando conductas responsables.

Entre las novedades que incluye el borrador, que pretende relevar la actual ley vigente desde 1993, destacan la prohibición de circos con animales silvestres o de la mutilación con fines estéticos, la restricción de la eutanasia en los centros de acogida o la interdicción de todo tipo de herramientas destinadas a impedir o limitar la movilidad de un animal.

Precisamente, establece medidas contra aquellos mecanismos que les produzca daños o sufrimientos o le impida mantener su posición normal, regulando, por ejemplo, el uso de cadenas.

CRÍTICAS. Varias asociaciones animalistas se han mostrado contrarias al nuevo texto y, coincidiendo, con la presentación de este proyecto legislativo este martes en la capital gallega han entregado firmas en el Parlamento para pedir su paralización.

Para la conselleira, eso es un "extremo demasiado alto" para una legislación que en su opinión, en caso de ser aprobada convertirá a Galicia en una de las más avanzadas de España.

"Creo que se pueden presentar alegaciones que serán estudiadas pero no hay lugar para pedir la paralización", ha concluido Mato.

En cuanto a las peticiones referidas a la prohibición de las corridas de toros en Galicia, ha subrayado que el título del proyecto de ley se refiere a animales domésticos, por lo que "no se habla ni de caballos ni de toros".

El de los toros es un debate que "en esta ley no toca", aunque puede tratarse de un aspecto demandado "por parte de la sociedad" gallega, pero tampoco por su totalidad, ha incidido.