Fallece en Pedrafita un peregrino que se desplomó de su bicicleta

Pudo sufrir un golpe de calor cuando acababa de coronar el alto de San Roque ►Personas que lo auxiliaron se quejaron por lo que tardó en llegar la ambulancia

Un hombre de nacionalidad extranjera, que realizaba el Camino de Santiago en bicicleta, falleció este miércoles después de desplomarse sobre el asfalto cuando acababa de coronar el alto de San Roque, en el concello de Pedrafita do Cebreiro.

El suceso ocurrió minutos antes de las siete de la tarde, cuando este peregrino circulaba por la LU-633 en compañía de una mujer que viajaba en otra bicicleta. Según algunos testigos, al poco de coronar el alto de San Roque y cuando ya empezaba la zona de bajada vieron como el ciclista se desvanecía, perdiendo el control de su vehículo para acabar cruzando los dos carriles de la carretera y caer sobre la cuneta.

Estas personas resultaron ser, precisamente, las primeras en avisar a los servicios de emergencias. Al parecer, según estos primeros testimonios, en esos momentos el hombre todavía se mantenía con vida.

Tras alertar al 061 y a la central de emergencias del 112 Galicia, estos testigos se quejaron por lo que tardó en llegar la asistencia médica, unos 45 minutos según sus cálculos, un retraso que creen injustificable y que les hace dudar de que se mantenga en servicio la base de ambulancia que hay en Pedrafita, a unos 15 minutos de distancia del lugar del suceso, y que debía estar operativa hasta las 22.00 horas.

En cualquier caso, cuando llegaron al lugar, los sanitarios solo pudieron certificar el fallecimiento de esta persona, cuya identidad y nacionalidad todavía se desconocían a la hora de cerrar esta edición.

También falta por confirmar la causa del óbito, aunque se especula que el hombre habría podido sufrir un golpe de calor o un infarto, dadas las altas temperaturas de la jornada de ayer y el hecho de que estos dos peregrinos hubieran podido iniciar su etapa en Vega de Valcarce, para recorrer uno de los tramos más duros del Camino a causa de sus fuertes subidas.

En todo caso, estos extremos no han podido ser confirmados, ya que la mujer que acompañaba al malogrado peregrino no hablaba español, por lo que la comunicación con las personas que lo auxiliaron fue muy complicada.

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