A ELISA DEL RÍO siempre le llamó la atención la idea de adoptar o de acoger a niños saharauis en verano. El hecho de haber conocido a una amiga cuya madre había tenido en casa a varios niños de acogida la animó a llamar a Cruz Roja e informarse del programa que esta ONG tiene en marcha. Un curso que tuvieron que hacer tanto ella como su pareja, Roberto Bermúdez, y un par de entrevistas fueron suficientes para alcanzar la idoneidad como familia y ponerse a la espera del niño que venga. "Me da igual que el niño o niña tenga 5 o 15 años. No busco ser la madre de nadie. Solo dar hogar y cariño de manera temporal a una persona que no lo tiene", confiesa Elisa.
Esta joven –que estudió Producción Audiovisual– comparte con su pareja –profesor de Veterinaria– la afición de viajar todos los fines de semana del año, haga frío o calor, en autocaravana, acompañados de su perra, una Schnauzer llamada Xonxa. Al niño que acojan pretenden ofrecerle justamente eso: la posibilidad de viajar y tener un ocio solo en fines de semana y vacaciones, fuera del centro de menores.
Elisa es consciente de que, pese a la ilusión, la experiencia de acoger a un niño es temporal y puede ser duro el momento de la separación cuando el pequeño encuentre a una familia que lo adopte. Sin embargo, esto no la echa para atrás.
"La vida es un cúmulo de experiencias y los momentos difíciles también forman parte de ella", dice Elisa del Río
"Porque lo vaya a pasar mal, no voy a dejar de hacerlo. Si nos paramos en eso, no saldría de casa pensando que también lo puedo pasar mal por ahí si me pasa algo. La vida es un cúmulo de experiencias y los momentos difíciles también forman parte de ella", afirma Elisa.
PROGRAMA. Cruz Roja lleva años con el programa de Acogimiento Familiar, destinado a niños que están esperando una adopción. La finalidad de este programa es sacar a los chavales de los centros de forma que ese tiempo de espera lo pasen en una familia. Actualmente, Cruz Roja tiene 38 familias acogedoras en Lugo –la mayoría, en lista de espera– y 8 niños que están siendo acogidos. Aunque pueda parecer que hay suficientes familias, esto no es así dado que Cruz Roja necesita tener un catálogo amplio con distintos perfiles.
"Siempre es necesario tener más familias en el proyecto ya que, en muchas ocasiones, las que tenemos en espera no se ajustan a los niños que se proponen debido a múltiples requisitos que se deben tener en cuenta a la hora de realizar un acogimiento como pueden ser la zona geográfica, si la familia acogedora tiene o no hijos biológicos y las edades de estos o el tipo y la duración del acogimiento", explica la técnica Carmen Fernández Folgueira, que añade que, entre las candidatas, predominan las familias con hijos y de saneada situación económica.
