Bruselas y Londres acuerdan las prioridades y el calendario del Brexit

Davis apuesta por una "asociación comercial fuerte", mientras Barnier se limita a señalar que "el Reino Unido ya no tendrá los mismos beneficios" ► La frontera de Irlanda del Norte con Irlanda fue uno de los principales temas a tratar
David Davis y Michel Barnier, durante una rueda de prensa en la sede de la Comisión Europea en Brusela
photo_camera David Davis y Michel Barnier, durante una rueda de prensa en la sede de la Comisión Europea en Brusela

La primera ministra británica, Theresa May, presentará a los jefes de Gobierno europeos en la cumbre de finales de semana su propuesta sobre qué hacer con los derechos de los británicos que viven en la Unión Europea y viceversa, la máxima prioridad de Bruselas y Londres en la negociación del Brexit. May será pues la primera en mover ficha en un proceso de diálogo que unirá a los equipos de ambos lados de El Canal de la Mancha una semana al mes de aquí a marzo de 2019, la fecha de salida. Todos los asuntos a resolver se dividirán en grupos de trabajo.

Así lo explicaron en una rueda de prensa conjunta el negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, y su contraparte, el secretario de Estado británico para la salida de Reino Unido de la Unión Europea, David Davis. "Tanto nosotros como la UE consideramos prioritario dar seguridad jurídica a los ciudadanos y sus derechos. Estamos determinados a acabar cuanto antes con la incertidumbre que ahora tienen", señaló Davis a los periodistas. Sin adelantar ninguna de las partes sus líneas rojas al respecto, Barnier señaló que para enfocar el asunto "habrá que definir de qué ciudadanos se habla, qué derechos están afectados y cuándo empezaría a regir un nuevo régimen".

La cuestión de la frontera con Irlanda del norte deberá ser "lo más invisible posible" para evitar que se ponga en peligro la paz

 

Los derechos de los ciudadanos son una de las tres grandes prioridades —junto a la frontera con Irlanda y el acuerdo financiero de 'divorcio'— acordadas en la primera ronda negociadora, que según ambos fue "constructiva". Davis señaló que la mayor parte del tiempo lo ocuparon en la cuestión de la frontera con Irlanda del norte, que dijo debería ser "lo más invisible posible" para evitar que se ponga en peligro la paz y la estabilidad política en la región. Barnier señaló que la voluntad de la UE es también "que se cumpla absolutamente el acuerdo de Viernes Santo", si bien señaló que sí deberá existir una frontera con todas sus consecuencias para los servicios y mercancías, al quedar Reino Unido fuera del mercado común.

Por otro lado, ambos insistieron igualmente en las dos etapas de negociación distintas que celebrarán, primero sobre los términos del "divorcio" y, después, sobre la futura relación entre Bruselas y Londres, en la que, según Barnier, "Reino Unido ya no tendrá los beneficios que tenía cuando era miembro de la Unión". Davis señaló, sin embargo, que en el futuro, a nivel comercial, "a ambos" les interesa una "asociación lo más fuerte posible".

Barnier: "Reino Unido se va de la UE, no al revés; no es que tenga que hacer concesiones, pero tampoco hay interés de revancha"



"Reino Unido se va de la UE, no al revés. Es la realidad, y que cada uno asuma las responsabilidades, que son humanas, económicas, etc., y no hay que subestimar esas consecuencias", señaló por su parte el negociador jefe europeo al ser preguntado por un periodista británico qué concesiones pensaba hacer Bruselas a Londres en las negociaciones. "No es que tenga que hacer concesiones, tampoco hay interés de revancha. Intentaré todo el rato dejar la pasión a un lado y limitarme a la base legal y al buen espíritu", añadió Barnier.

La palabra "reto" fue pronunciada por ambos a propósito de las soluciones "a veces imaginativas y flexibles", según el francés, que deberán buscar para conseguir un acuerdo de separación y vida futura "justo" tras 40 años juntos.

Davis incidió en que a ambas partes les interesa una "asociación lo más fuerte posible"



La primera rueda de prensa en plena negociación —una costumbre que los protagonistas no aclararon si se producirá tras todos los contactos formales— se produjo totalmente en inglés por parte de Davis y en inglés y francés por un esforzado Barnier para hablar en la lengua de William Shakespeare.

Como ambos estaban preparados para ser preguntados para hacer balance del primer encuentro, tanto Davis como Barnier tiraron de citas de referentes históricos propios para evaluar la primera ronda negociadora. "Como dijo Jean Monnet: ni soy optimista ni pesimista, estoy decidido", señaló Barnier en alusión a una frase de uno de los padres de la UE.

Davis, como no podía se menos, se aferró a una referencia más patriótica, la del ex primer ministro británico Winston Churchill: "los pesimistas ven dificultades en la oportunidad, pero los optimistas vemos oportunidades en la dificultad".

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