Sueños para hacer realidad

La asociación Amigus de As Pontes registró el primer Lab de Galicia, un pequeño laboratorio de fabricación digital y altruista
Algunos de los integrantes de la Amigus Lab de As Pontes
photo_camera Algunos de los integrantes de la Amigus Lab de As Pontes

La filosofía es clara: «Si puedes soñarlo, puedes hacerlo». Bajo esta premisa, los miembros de la asociación informática Amigus de As Pontes registraron el año pasado en Galicia el primer Lab, un pequeño taller de fabricación digital, que aunque puede parecerlo, no es ciencia ficción.

«La Amigus Lab es una plataforma donde se crean proyectos de cualquier envergadura o equipos de prototipado, a partir de impresión 3D, audiovisuales o equipos de electrónica. El límite, si lo hay, es la tecnología», dice Luis Díaz-Faes, uno de los fundadores de una asociación que nació hace 15 años y que suma 14 miembros activos hoy.

«Antes para hacer un mecanismo tenías que hacer todo un circuito y fabricar el microchip, un proceso complicado y muy costoso. Ahora, con la tecnología, el microchip lo programas utilizando una placa de prototipado como es el arduino -un mini ordenador que se utiliza para recibir impulsos, datos de sensores (movimiento, humedad), que son recopilados para su estudio o para poner en marcha actuadores (luces, motores, sonidos). Cuesta unos 20 euros y puedes controlar lo que quieras», dice Díaz-Faes, que hace una defensa de la tecnología libre y al alcance de todos.

El colectivo nació hace 15 años, suma 14 miembros activos y realiza talleres abiertos al público para involucrar a más gente

«Hacer un prototipo era impensable hace un par de años. Ahora no», dice. El mini taller de Amigus es un trabajo colectivo y altruista, abierto a todo el que le interese. «No se hace negocio. Cada uno es libre de invertir lo que quiera en material. Es un grupo de trabajo para compartir conocimientos y aprender en el que ponemos material propio a disposición de cualquiera».

Los Fab Lab empezaron como un proyecto del Center for Bits and Atoms del Massachusetts Institute of Technology, que con el tiempo se convirtió en una red global y colaborativa. En Vigo se acaba de abrir uno, que se suma a 41 minifactorías autorizadas en España. Hay un millar en el mundo. Sin embargo, aquí «sigue siendo desconocido».

«Nosotros no somos Fab Lab porque no tenemos local propio, aunque es nuestro objetivo. Estamos reconocidos oficialmente como MiniLab desde octubre de 2016, aunque ya desde 2010 hemos celebrado numerosos talleres en el Lar. Nuestro objetivo es involucrar a padres y a niños».

Durante el año, con reuniones periódicas en el Lar los sábados por la tarde, y de forma más virtual, usando la plataforma www.amiguslabs.org, investigan y preparan proyectos para luego realizarlos entre ellos. Actualmente están con pequeños drones impresos en 3D.

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