Los ladrones utilizan la A-8 como vía de escape tras robar en A Mariña

Restos de lo sustraído en allanamientos de Foz y Mondoñedo aparecieron en los accesos ► Los autores actuaron con rapidez, pese a que las alarmas de los locales alertaron
Pizzería de Foz donde entraron a robar y donde fueron grabados por videocámara
photo_camera Pizzería de Foz donde entraron a robar y donde fueron grabados por videocámara

Los dos últimos robos registrados durante la madrugada del lunes en sendos locales hosteleros de Foz y Mondoñedo, con apenas 40 minutos de diferencia, evidencian que la Autovía del Cantábrico (A-8) es la principal vía de huida, y muy posiblemente también de acceso, para los integrantes de bandas de ladrones organizadas que acuden a la Costa lucense desde otras localidades para practicar hurtos. Uno de los indicios que apunta a este hecho es que se encontraron cajetines de la máquina tragaperras y de otros utensilios donde se guardaba el dinero, tirados en el acceso barreirense de la infraestructura viaria.

Hace ya tiempo que los hosteleros consultados por este periódico, después de producirse robos similares a los mencionados, señalaban un repunte de estos hechos delictivos desde la apertura de la autovía. De hecho, todo parece indicar que los autores de los últimos allanamientos habrían huido en dirección a Lugo.

En una pizzería de Foz causaron más daños al tratar de acceder al establecimiento que para hacerse con el botín



En una conocida pizzería del centro de Foz, entraron a las cinco menos cuarto de la madrugada, como recogió la alarma del establecimiento, y en un céntrico bar de Mondoñedo, que también allanaron al parecer los mismos individuos, lo hicieron hacia las cinco y media de la mañana.

Por lo que respecta a los tiempos, en Foz emplearon más tratando de acceder y causando destrozos, que en hacerse con el botín en tan solo dos minutos. Es más, el encargado del negocio vive a unos cien metros y llegó al lugar en poco más de cinco minutos pero ya se habían marchado, dejando tras de sí serios desperfectos en la verja. Como no pudieron forzarla, ni siquiera golpeándola al parecer con el mismo coche en el que viajaban, usaron un mazo para romper una ventana. Del interior se llevaron «poca cosa», el contenido de la tragaperras, a por la que fueron directamente como muestran las cámaras en las que aparecen grabados. Considera que tuvieron que hacer bastante ruido antes, pero nadie avisó.

Es el primer robo que sufre este local en diez años y también el primero para el bar que allanaron en Mondoñedo de donde se llevaron unos 150 euros de la registradora -no hay tragaperras- y que tuvo que cerrar para reponer los daños causados por los ladrones.

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