La provincia, un cocedero con la ola de calor, que se queda otro día

La temperatura máxima alcanzada estos días de alerta fue la de Monforte, que registró el pasado domingo 41 grados ►Durante la jornada de hoy, los termómetros no experimentarán grandes cambios y sí lo harán mañana con la entrada de aire frío
El Club Fluvial de Lugo, en la tarde de este miércoles
photo_camera El Club Fluvial de Lugo, en la tarde de este miércoles

Los peores pronósticos se cumplieron y toda la provincia de Lugo tuvo que soportar ayer otra jornada de calor asfixiante, con temperaturas que superaron ampliamente los treinta grados y una sensación térmica cercana a los 40.

Así, en la capital lucense, la máxima fue de 34 grados y la mínima de 16.

«Respecto a las olas de calor nuestras opciones se sitúan ahora entre las malas y las terribles», vaticinó un experto

No obstante, los valores alcanzados en los últimos días han convertido a muchas localidades en auténticos cocederos.

Especialmente dura resultó la jornada del domingo, con 37,3 grados en la capital lucense, la más alta de todo el año. La jornada del lunes los cielos se nublaron y el mercurio bajó hasta los 29,6 grados, pero la máxima de madrugada se mantuvo en unos complicados 18,2 grados.

De no poder dormir al fresco también llevan padeciendo lo suyo los vecinos del sur, de localidades como Quiroga, donde en las jornadas del 18 y el 19 las mínimas se posicionaron en los 20,7 y 20,3, respectivamante.

Monforte no registró unos valores a la baja tan calurosos, pero sí la máxima temperatura de la provincia desde el pasado día 14, con un 41 grados registrados el día 18. El pasado sábado los monfortinos también tuvieron que ingeniárselas para refrescarse con unos nada despreciables 40,6 grados centígrados de temperatura.

En Pantón, otra de las zonas calientes del mapa lucense, soportaron 38,8 grados el pasado día 18 y al día siguiente se acostaron con 19,4 grados de temperatura.

Una masa de aire atlántica irá entrando lentamente durante la jornada de hoy por el litoral, pero aún se mantendrá el aire cálido en el interior. Esto dejará un aumento de las nubes bajas por el litoral atlántico y la entrada de nieblas desde el mar mientras que en el interior amanecerá aún despejado pero la medida que avance la jornada crecerán nubes de evolución y habrá chubascos tormentosos, según adelantó el portal Meteogalicia.

Las temperaturas no experimentarán cambios significativos, por lo que habrá que armarse de paciencia hasta mañana, cuando una masa de aire frío procedente del Atlántico suavice los termómetros y proporcione un alivio.

OLAS DE CALOR. El 74% de la población mundial estará expuesta a olas de calor mortales para 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo al ritmo actual, advierte un estudio que publicó ayer la revista británica Nature.

La investigación, desarrollada por la Universidad de Hawai (EE.UU.), prevé que, incluso aunque se redujeran drásticamente esas emisiones, en torno al 48% de la población se verá afectada por el brusco aumento de la temperatura.

«Estamos agotando nuestras opciones de cara al futuro. Respecto a las olas de calor, nuestras opciones se sitúan ahora entre las malas y las terribles», explica el autor principal de este estudio, Camilo Mora.

El experto indica que las olas de calor están causando ya la muerte de miles de personas en todo el mundo y recuerda que los modelos de previsión sugieren que, «probablemente», esta situación se mantendrá en el futuro, aunque sostiene que «podría ser mucho peor si no se reducen las emisiones considerablemente».

«El cuerpo humano solo puede funcionar dentro de un estrecho rango de temperaturas corporales de unos 37 grados centígrados. Las olas de calor presentan un riesgo considerable para la vida humana porque las altas temperaturas, agravadas por una humedad alta, pueden elevar la temperatura corporal y crear condiciones que ponen en peligro la vida», aporta Mora.

La temperatura corporal humana óptima es de 37 grados, pero nuestro metabolismo genera calor y ese calor no puede disiparse en el ambiente cuando la temperatura exterior es igual o superior a la del cuerpo.

De ahí que por encima de los 37 grados centígrados de temperatura ambiente, se puede producir una acumulación de calor en el cuerpo que provoque un peligroso aumento de la temperatura corporal óptima, resalta el estudio.

El equipo de Mora efectuó una extensa revisión de datos disponibles e identificaron más de 1.900 casos localizados en diferentes partes del mundo donde altas temperaturas ambientales han causado víctimas mortales desde 1980. Al analizar las condiciones climáticas y la fecha de 783 episodios de olas de calor letales, los expertos detectaron la existencia de un umbral de temperatura y humedad que provoca muertes cuando se traspasa.

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