La Guardia Civil ha detectado en Galicia a 99 conductores que han dado positivo en pruebas de alcohol o drogas durante la noche de San Juan. El porcentaje de positivos supone un 2,57 por ciento, por encima del 2,15 por ciento del San Juan de 2016 y por debajo del 3,02 por ciento registrado en 2015.
Se han registrado menos controles que hace un año, según relata la Guardia Civil por el menor número de desplazamientos por carretera durante la noche. Las denuncias, por positivos que arrojen menos de 0,6 miligramos por litro de aire espirado, se tramitan en la vía administrativa, mientras que los positivos superiores, las negativas a realizar las pruebas o los positivos por drogas van directamente a la vía penal.
En total, los agentes han realizado 3.227 pruebas de alcohol en la comunidad, con 73 positivos tramitados por vía administrativa y otros nueve por vía penal, además de otros cuatro asuntos penales por negativa a realizar el control. Han sido 35 las pruebas de drogas, con diecisiete positivos, por lo que el total de resultados positivos son 99 y suman 103 las denuncias, tanto penales como administrativas.
Por provincias, en A Coruña ha habido 1.538 pruebas, con 47 positivos en total y una negativa, además de nueve controles de drogas, que siete han resultado positivos.
En Pontevedra han sido veinticuatro positivos, dos negativas y cuatro conductores que habían consumido drogas entre los once controles de este tipo.
Lugo ha tenido 610 controles, con seis alcoholemias y cinco consumidores de drogas entre los trece sospechosos, pues esta prueba no se hace en todos los casos.
Ourense ha sumado 261 pruebas de consumo de alcohol, con cinco resultados positivos -ninguno en el tramo penal- y un conductor que había consumido drogas entre los dos a los que se les hizo la prueba.
Entre los incidentes más destacados está la negativa en Ourense de una conductora de 53 años a realizar la prueba, cuando tenía el permiso de conducir retirado y presentaba síntomas evidentes de haber consumido alcohol.
A la salida de A Coruña se interceptó a un conductor que duplicaba la tasa de alcohol cuando viajaba con su mujer, que prefirió no hacerse cargo del vehículo porque había bebido más que su marido, y su hija de cuatro años; por lo que la familia fue trasladada a su domicilio por la Guardia Civil.
También en la coruñesa avenida de Alfonso Molina, un joven de veinticuatro años tuvo su vehículo inmovilizado durante dos horas por triplicar su tasa de alcoholemia y, tras dos horas de siesta, todavía no pudo reanudar la marcha.
El único accidente con heridos vinculado a las pruebas de alcoholemia se ha producido en Tui (Pontevedra), donde el conductor quedó a disposición judicial con síntomas de haber ingerido alcohol.
Dianteiro do Friol
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17/abr./24
