Los vecinos alertan de que hay okupas en un edificio sin acabar de la Ronda

Advierten del riesgo de que haya un incendio en la obra, parada desde el inicio de la crisis
El número 49 de la Ronda, conocido como Casa da Pita
photo_camera El número 49 de la Ronda, conocido como Casa da Pita

Los vecinos de la calle Nicomedes Pastor Díaz alertan de la presencia de okupas en un edificio que hace esquina con la Ronda da Muralla y cuya rehabilitación quedó paralizada al inicio de la crisis. Los residentes explican que desde hace tiempo un grupo indeterminado de personas hace vida dentro de esta obra tras haber sido rota una puerta de acceso, por lo que ahora es habitual ver un trasiego de entrada y salida de desconocidos.

Los afectados, que dicen sentir temor por la presencia de estas personas, ya que no saben a qué se dedican, también advierten del riesgo de que se registre un incendio en este edificio que ponga en riesgo a quienes lo ocupan, así como a los habitantes de los edificios colindantes, por lo que piden al Concello y la Policía Local que tome medidas para conseguir que sea desalojado. Los vecinos aseguran que al tratarse de una obra paralizada podría haber en el interior material inflamable, por lo que también piden que se revise el inmueble.

La casa ocupada es el número 49 de la Ronda da Muralla y los trámites para la rehabilitación de este histórico edificio se iniciaron en el año 2003, después de haber estado años apuntalado ante el riesgo de desplome de la fachada que lindaba con Pastor Díaz. Sin embargo, el inicio de la obra se dilató y cuando ya había sido desmontada la fachada y levantado una nueva estructura con vigas de hierro, la empresa promotora entró en crisis por el estallido de la burbuja inmobiliaria, quedando solo el esqueleto del inmueble.

Los actuales propietarios del edificio trataron en el año 2015 de conseguir reactivar la licencia de obra, que ya había caducado, aunque finalmente la junta de gobierno local desestimó la petición y obligó a tramitar un nuevo permiso, que todavía no fue concedido. Por ello, los dueños se quejaban hace unos días en este periódico de que esperan desde hace más de un año por la licencia para finalizar la recuperación de esta casa, ubicada en la llamada zona Pepri y que por tanto tiene una especial protección.

Los propietarios se lamentaban además del largo proceso para obtener esta licencia mientras comprobaban que sí se actúa para intentar forzar la recuperación de un edificio situado justo al lado y en el que el Concello va a invertir 110.000 euros. La actuación municipal en esa otra casa se orienta a garantizar la seguridad, ya que los propietarios llevan desde 2005 ignorando las órdenes de rehabilitación.

Mientras, en el caso del número 49, sus dueños consideran que este podría ser un buen momento para recuperar un edificio cuyo esqueleto supone un feísmo para una zona tan emblemática como es el entorno de la muralla romana. Así, critican que los problemas que afectan al departamento encargado de dar las licencias, mermado por la falta de personal, está impidiendo que se agilice esta recuperación y además ahora genera un riesgo añadido por la presencia de okupas.

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