El cierre con somier tiene los días contados

La Xunta presenta una guía de integración paisajística de los vallados en un país con 11 millones de fincas
Ejemplos de cierres indebidos
photo_camera Ejemplos de cierres indebidos

La reutilización de somieres, palés, muebles y otros enseres de la vida cotidiana como cierres de fincas podría tener los días contados en Galicia, donde la Consellería de Medio Ambiente y la Fundación Juana de Vega vienen de elaborar una guía de integración paisajística de los vallados, que será como una hoja de ruta para modernizar y crear cercos en la comunidad con el objetivo de armonizar e incorporar estos elementos en el entorno. Y como es evidente, no es sencillo que un somier luzca natural en medio de un paisaje tan rural.

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato; el presidente de la Fundación Juana de Vega, Enrique Sáez; la directora del Instituto de Estudios del Territorio, Inés Santé; y la directora de la Escola Galega da Paisaxe, Isabel Aguirre, dieron a conocer ayer los pormenores de esta Guía de caracterización e integración paisajística de vallados de Galicia, que supone la continuidad de un trabajo anterior en el que se estudiaron las tipologías de los cierres en doce áreas paisajísticas. El proyecto se hace ahora extensible a las 50 comarcas en las que se dividen esas doce áreas.

La guía incluye una caracterización de los tipos de vallados, tendencias actuales en su construcción y criterios de integración, así como un catálogo de modelos y metodologías para poder realizarlos mediante nuevas tecnologías. El paisaje gallego se caracteriza por la fragmentación del territorio, con 11 millones de parcelas agrícolas y un promedio de 0,25 hectáreas por parcela.

Para elaborar este documento se analizaron los tres grandes grupos de cierres: los vegetales, los de piedra y los denominados mixtos. Los primeros son la clara apuesta cuando se trata de integrar en el paisaje, como es lógico, además de tener otras ventajas como la contribución a la biodiversidad.

En su intervención, Beatriz Mato destacó los cierres como elementos con un indudable valor, ya que pese a que pueden parecer irrelevantes confirman la suma de los micromundos de los que se compone el paisaje gallego. Por su parte, el presidente de la Fundación Juana de Vega sostuvo que experiencias como esta fortalecen a entidades como la que dirige y suponen, además, que el Ejecutivo Autonómico tiene en cuenta a la sociedad civil y confía en ella para mejorar Galicia.

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