Establecimientos no adaptados que tienen que atender en las aceras a clientes

Las calles de Sarria, una carrera de obstáculos para las sillas de ruedas

La mayoría de los pasos de cebra están sin adaptar y esto obliga a circular por la calzada en algunas calles
Chon Pérez, ante uno de los pasos de cebra no adaptados
photo_camera Chon Pérez, ante uno de los pasos de cebra no adaptados

Una de las materias pendientes de la villa de Sarria es mejorar la accesibilidad para las personas con movilidad reducida. Las barreras arquitectónicas siguen siendo un gran obstáculo para todos los sarrianos que dependen de una silla de ruedas en su día a día. Estrecheces que obligan a circular por la calzada, pasos de cebra poco, mal o directamente no rebajados, locales y establecimientos no adaptados, escasas plazas de aparcamiento o el bacheado de las aceras son muchos de los problemas a los que se enfrentan.

Es el caso de Chon Pérez, una mujer que sufre una lesión medular que le obliga a desplazarse en una silla de ruedas eléctrica. "As rampas vellas son un auténtico perigo, é mellor que as eliminen porque non valen para nada", asegura la sarriana, visiblemente molesta con la accesibilidad de su localidad. Na Rúa José Antonio non hai rampas. Se quero ir ao barrio do Lázaro teño que ir pola estrada", denuncia la vecina, que asegura haber contactado con el Ayuntamiento para tratar este asunto, aunque "sin resposta".

Algunas calles sí que están adaptadas, como el tramo de Calvo Sotelo reformado hace siete años. Sin embargo, la gran mayoría de las vías de la villa carecen de una accesibilidad adecuada para los que tienen movilidad reducida.

En el pasado mes de junio, un vecino en silla de ruedas sufrió una caída en el cruce de A Ciguñeira a causa de un socavón al final de una rampa descuidada con el paso de los años. Manuel Vázquez, su hijo, señala varios de los problemas arquitectónicos con los que cuenta Sarria. "Casi todas las aceras están en mal estado, como los pasos de peatones. El de A Ciguñeira cuenta con un socavón de miedo", asegura Vázquez, quien pide la unión de los vecinos de la localidad para reclamar una solución a esta problemática.

Recuerda que ante el envejecimiento de la población se precisa trabajar en este sentido. "Uno solo poco puede hacer, necesitamos que todo el mundo se conciencie y a partir de ahí trabajar", indica antes de solicitar "mejor acceso para locales públicos".

Esta situación ha generado casos como el de un vecino que acostumbra a veranear en la localidad y que asegura que dejará de hacerlo porque su hija, que está en silla de ruedas, "no puede circular por el 99 por ciento de las calles o pasos de cebra".

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