Dani de la Torre: "Mi mejor premio es que se llene la sala"

Fue al teatro Lemos a ver con sus padres 'ET' y se enamoró del cine. De ahí al rodaje de 'La sombra de la ley' solo hay un paso
Dani de la Torre, en Lugo, con un coche del rodaje
photo_camera Dani de la Torre, en Lugo, con un coche del rodaje

No le interesan los Goya, pero quizá no ande muy lejos de conseguir alguno en su, todavía incipiente, carrera como director. De hecho, ya fue nominado en 2016 con su primera película, El desconocido. Entonces, no se llevó a casa el Goya al Mejor Director Novel pero, en cambio, su largometraje obtuvo el Goya al Mejor Montaje -de lo que se encargó el también lucense Jorge Coira- y otro al Mejor Sonido.

¿Con La sombra de la ley será la vencida?

No me planteo ganar ningún Goya. Para mí, el mejor premio que me pueden dar es que la gente vaya al cine y llene la sala.

Habla de llenar salas. ¿Solo se ve cine en la pantalla grande?

Una cosa no es excluyente de la otra. Estamos en un momento de cambio. Hay otras maneras de ver cine y todas son complementarias. Yo, por ejemplo, veo cine en mis distintas plataformas digitales (móvil, tableta...) pero también en la sala.

"El cine es universal: se haga en Irán, Australia o Galicia. Las etiquetas hacen guetos. Lo más chulo es hacer cine"

¿Su afición por el cine surgió de niño o tardó en llegar?

Ya me gustaba entonces. Iba con mis padres al teatro Lemos, en Monforte, una de las primeras películas que vi fue ET. Aquello fue mágico: ver a toda la gente haciendo cola para luego emocionarse toda junta en la sala... El cine era un lugar supermágico donde se compartían emociones y eso me impactó tanto que quedó grabado en mí. Por eso me gusta emocionar a la gente ¡y qué mejor manera que el cine! Solo hay que dejarse llevar y viajar.

¿Era de los que no sobrevivían un fin de semana sin su paso por la sala?

Sí, salía de una sesión y me metía en otra. Para mí, era un hobby ver películas de todo tipo.

¿Llegaba a imaginarse entonces que algún día sería usted quien dirigiría una película?

Siempre tuve la pasión por contar historias pero lo de ser director lo veía como algo lejano, irreal. Eso solo ocurría en Hollywood o a muy pocos en España. Sin embargo, con las nuevas tecnologías, se nos dio a todos la oportunidad de contar historias y lo de ser director dejó de pertenecer a otro mundo o a otro país. De hecho, ¡nunca me hubiese imaginado estar haciendo una película de gánsteres! Era algo utópico hacer una película de estas en España. Estábamos más acostumbrados a ver este género en el cine americano. Hasta ahora, no se podían contar esas historias con nuestros presupuestos.

¿Cuesta tanto hacer cine?

El cine cuesta mucho dinero. Hay una diferencia presupuestaria entre el cine americano y el español pero hoy, con las tecnologías, ya no hay tantas barreras para contar historias maravillosas de forma que la falta de dinero ya no coartan ni la creatividad ni el talento.

La sombra de la ley quizá sea de las primeras películas de gánsteres hechas en España...

Si no es la primera, es de las primeras y eso es bonito. Se tendrían que haber hecho ya. ¡Tampoco hay tanta diferencia entre la Barcelona y el Chicago de los años 20!

"Si La sombra de la ley no es la primera (película de gánsteres hecha en España), es de las primeras. Se tendrían que haber hecho ya. ¡Tampoco hay tanta diferencia entre la Barcelona y el Chicago de los años 20!"

Usted es gallego, la productora Vaca Films también, los escenarios de rodaje lo mismo, Luis Tosar otro tanto... ¿Se podría decir aquello de Made in Galicia?

Poner etiquetas es ridículo. El cine es universal: se haga en Irán, Australia o Galicia. Independientemente de donde se haga, es una herramienta de comunicación sin barreras. Las etiquetas hacen guetos. Lo más chulo es hacer cine.

De todos los sitios por donde rodó en Galicia, ¿en qué escenario percibió un ambiente más gansteril?

En todas partes porque los mafiosos deambulaban de un sitio a otro pero el music-hall que representamos en el Círculo de las Artes fue, quizá, de los escenarios más auténticos porque era el lugar donde vivía la mafia y ahí sí que se podía sentir ese ambiente ya que estaban todos los malos juntos.

Ahora que ya está lanzado con los largometrajes, ¿volvería a las series?

Las series son una manera maravillosa de contar historias y soy superfan de ellas. De hecho, tengo varios proyectos. Me gustaría alternar ambas cosas. Las series te permiten desarrollar más los personajes. Son códigos diferentes y complementarios.

Alguna vez dijo que le gustaría llevar al cine el Cantar de Mío Cid.

Sí, me gustaría poder visualizar esas batallas en el cine.

¿No cree que el cine histórico está un poco de capa caída?

Hay series y películas que triunfan. Lo principal son las historias y que la gente se emocione. Puedes tener una historia compleja que no triunfe y una simple que sí.

¿Qué le dicen sus padres de este afán suyo por el cine?

Me apoyan siempre. Ellos también son grandes aficionados.

¿Son sus peores críticos?

Los críticos son necesarios. Tenemos que convivir con ellos porque con ellos aprendemos y evolucionamos. Y, al fin y al cabo, todos somos también críticos.

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