El deterioro del barrio de A Tinería no remite

La falta de limpieza, el mal estado de muchos edificios y el escaso respaldo a las iniciativas privadas son quejas de vecinos y empresarios
La maleza en los solares, el estado decrépito de algunos edificios y las vistas que el barrio ofrece sobre la muralla son algunas de las quejas de vecinos y empresarios
photo_camera La maleza en los solares, el estado decrépito de algunos edificios y las vistas que el barrio ofrece sobre la muralla son algunas de las quejas de vecinos y empresarios

Puede que el paisanaje de A Tinería haya cambiado en los últimos veranos, con la presencia creciente de turistas y, sobre todo, peregrinos, pero el paisaje sigue idéntico. Esa es la queja de vecinos y empresarios, que la degradación del barrio no se detiene: falta limpieza, falta inversión para la recuperación de inmuebles, falta vigilancia y falta respaldo a la iniciativa privada.

Las mismas denuncias podrían haberse pronunciado hace un año o dos. De hecho, se pronunciaron sin que -como denuncia el empresario Manuel Fernández- «haya cambiado nada». «Este año han venido muchísimos peregrinos y, desde luego, si queremos tener un turismo de calidad hay que cambiar esto al cien por cien», asegura.

La federación de asociaciones de vecinos ha remitido sendas cartas a los conselleiros de Cultura e Infraestructuras, subdelegado del Gobierno y alcaldesa reclamando medidas ante el «abandono» de «uno de los barrios más representativos del Lugo intramurallas». En concreto, pide la limpieza de la maleza que cubre edificios y solares colindantes con la muralla y que le dan, según denuncia, «un aspecto lamentable». También exige que se rehabiliten los edificios al cien por cien. «Las distintas Consellerias de la Xunta han llevado a cabo de forma parcial alguna rehabilitación, pero estas son insuficientes y están paralizadas sin justificación alguna, a pesar del grave deterioro de los carteles de obra, y a pesar de tener sin ocupación algunas de las viviendas rehabilitadas», apuntan.

De igual forma, reclaman de la subdelegación del Gobierno «una contundente y mantenida actuación de vigilancia policial las 24 horas del día, para acabar con el mal ambiente, robos y molestias».

Sin mencionar expresamente la prostitución, al Concello le exige que lleve a cabo programas de rehabilitación y reinserción para residentes que lo precisen y el control de locales «donde se lleven a cabo actividades molestas».

El empresario Manuel Fernández admite al respecto que el barrio tiene «serios problemas de imagen» y critica la percepción que se puedan llevar los turistas de un lugar «en el que hay gente que pasa el día sentada en sillas en la calle».

La federación solicita asimismo que no se detenga ninguna excavación y que todos los hallazgos se cataloguen y muestren. Al mismo tiempo considera una necesidad «urgente» que se habilite un museo de la romanización.

Fernández cree que buena prueba de la desidia de las administraciones ante la situación del barrio y la falta de respaldo a la iniciativa privada es que la fuente de A Pinguela, pese a ser rehabilitada, siga sin agua. Pide una mayor implicación y una apuesta claro por un barrio «tan céntrico».

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