Camiño Real tiene, en un tramo de diez casas, tres okupadas. Todas fueron embargadas a la misma constructora, que compró varios edificios colindantes y los perdió por problemas de deudas hace años. El último caso de ocupación en trascender es el del 104, un edificio de un bajo comercial y dos pisos, uno de los cuales fue usurpado por una familia. En ese momento, otra vivía de alquiler y en el bajo se encontraba un locutorio. No mucho después, el propietario del negocio decidió trasladarse a otro local próximo, pero en otra calle.
Aseguró que lo que motivó su traslado fue que la familia de okupas enganchaban sistemáticamente la luz a su toma, de forma que le llegaban unas enormes facturas de electricidad. "Me dieron muchos problemas. El edificio fue embargado, pero yo me fui por los okupas", dice.
Según su versión, y la de otros residentes de la zona, la segunda familia que vivía en el inmueble se fue por el mismo motivo. "Estaban de alquiler y también a ellos les engancharon la luz. Tuvieron enfrentamientos con los okupas y al final decidieron marcharse", explica otro vecino.
El arrendatario del bajo comercial del 104 asegura que se trasladó porque los okupas le enganchaban la luz sistemáticamente
En la actualidad la casa es propiedad de Abanca. El servicio de comunicación de la entidad confirmó este jueves que tiene la titularidad desde el año 2015, pese a lo cual ni tiene las llaves ni ha podido tomar posesión del inmueble. Por tanto, no se ha emprendido ninguna medida legal contra esos okupas todavía.
Los residentes de la zona se muestran extrañados de la concentración de casas okupadas en un tramo tan pequeño. Consideran evidente que los okupas saben qué viviendas están vacías y, probablemente, cuáles están en manos de los bancos, ya que si puede ser difícil el desalojo en el piso propiedad de un particular, todavía lo es más si se trata de un banco.
En el caso del 104, los vecinos más próximos aseguran que resulta "visible" el enganche del agua y luz de la familia okupa. "Tienen el agua corriendo todo el tiempo, día y noche. Se oye y, además, filtra al bajo, que ya está destrozado y, a veces sale a la calle. La persona que lee los contadores dice que el Ayuntamiento ya está avisado de que se embalsa agua en la zona pero no han hecho nada", asegura una vecina.
Apunta que los problemas de convivencia son continuos en la zona y que, si se llama a la Policía, "no acuden o lo hacen tarde, llamas a la Local y te dicen que no es cosa de ellos; llamas entonces a la Policía Nacional y te dicen lo mismo, no sabes qué hacer, te dejan sola".
