Los gallegos de México tras el terremoto: "Toda la noche hubo réplicas"

Algunos más cerca y otros más lejos, todos sintieron el furor de la tierra. La colonia gallega en México es numerosa y varios de ellos compartieron la dramática experiencia del terremoto que atemorizó al país

En un lugar como México hay numersosos inmigrantes lucenses. Un pequeño vistazo al facebook y a las listas de lucenses en la inmigración ofrece nombres de personas que vivieron en primera persona el seísmo y que cuentan cómo lo sintieron.

Tania García López: "Pensé que el terrremoto era el huracán, lo estamos esperando"
De Lugo. Trabaja como rectora de la Escuela Jacobea de Posgrado.

"Como fue de noche, entre que te despiertas y te das cuenta de lo que está pasando, ya se había terminado. Yo recuerdo un ruido muy muy fuerte, toda la casa hacía ruido... y ,como estamos esperando la llegada del huracán Katia (aquí en Veracruz se han suspendido las clases a todos los niveles por lo del huracán) en principio pensé que era eso".

"Hubo muchísimas pequeñas réplicas toda la noche, algunas largas y otras muy breves. Al final nos dormimos todos y en este momento (este viernes por la tarde) hay alerta de tsunami en el Pacífico".

"En Veracruz estamos esperando la entrada del huracán dentro de unas horas. Hay mucha información y hemos identificado las zonas seguras. Yo, por si acaso, iré a hacer un buen súper".

Zaldo García: "Todo o mundo coñece os protocolos, pero o trauma é moi grande" 
De Mondoñedo. Vive en Puebla y cuida a su hija de dos años.
"Graciñas a todos os que vos preocupástedes. Aquí en Puebla todo quedou no susto, moita xente con ataques de ansiedade, pero nada mais importante, salvo nos estados de Tabasco e Chiapas donde deixou varias ducias de falecidos".

"En todo México, a pesares de que todo o mundo coñece os protocolos en caso de seísmo, o trauma sofrido logo do terremoto de 1985, que deixara miles de falecidos na Cidade de México, e moi grande, e a pouco que temble, obviamente o temor da xente é lóxico, porque en este tipo de siniestros naide sabe o que pode chegar a pasar".

"Chiapas é un Estado bastante poblado (3,5 millóns), e tamén o mais empobrecido do país, salvo a capital Tuxtla Gutiérrez, no resto de pobos e cidades apenas hai edificios altos que soen ser os mais afectados por derrumbes, e por iso o balance final, ainda que triste por esos 35 mortos, non foi de maior importancia, tendo en conta a magnitude".

Carlos Sinde Sinde: "Mi mujer y yo nos pusimos cada uno bajo el quicio de una puerta"
De Lugo. Vive en Puebla. Fue futbolista en equipos lucenses.
"Fue curioso ya que el miércoles yo estaba en la Ciudad de México y, en la terminal de autobuses principal de la Ciudad, como a las 7.00 PM, estaba tomando un café y recargando la batería de mi teléfono móvil cuando empiezo a observar movimiento y nos desalojaron a todos al exterior, donde estacionan los autobuses. Era una alerta sísmica. Resultó ser una falsa alarma. Tomé mi autobús a la Ciudad de Puebla que es donde vivo y está a 130 kilómetros de la Ciudad de México sin novedad.

Ayer (por el día del seísmo) yo me encontraba con mi esposa en cama viendo la televisión a las 11.49 cuando empiezo a sentir que la cama retiembla. En un principio pensé que era mi esposa que se movía, pero cuando el movimiento fue tan fuerte y cambiaba de dirección pues me di cuenta que era un temblor; y muy fuerte. Nos levantamos de la cama y notamos que el perrito estaba despierto pero no se inquietaba.

Nos sentíamos mareados y buscamos el quicio de una puerta cada uno. Yo veía cómo se movían las paredes, pero no se cayó ningún espejo ni ningún cuadro. Donde vivimos es una zona residencial de viviendas de dos plantas por lo qué hay menos riesgo". "Finalmente cesó, bajamos a la planta baja, chequeamos que todo estuviese bien (muros, paredes, puertas, etc ) y salimos a la calle. Había vecinos fuera pero ya no temblaba; después de cinco o diez minutos volvimos a la cama, cambiamos de canal y vimos las noticias del terremoto y algunas imágenes de Chiapas (por donde fue el epicentro ) y de la Ciudad de México y Ciudad de Puebla. Después de un rato nos dormimos pero el susto fue grande.

Hubo muchas réplicas pero ninguna fue perceptible para mí. Puebla está en calma y sin ningún daño perceptible. Mañana (por hoy) viajaré a la Ciudad de México y veré cómo está por allá, aunque por las noticias que llegan no hubo grandes daños. Desgraciadamente hubo varias víctimas mortales sobre todo en las zonas próximas al epicentro . Espero que todo vuelva a la normalidad. Un abrazo a las víctimas y a sus familias".

Rubén Losada Ferreiro: "Dixen aí imos todos do susto que levei"
De Monterroso. Trabaja en la empresa lucense Ecnatin.
"Foi un susto grande e dixen aí imos todos", comenta el empresario monterrosino Rubén Losada, quien regenta la delegación en la ciudad mexicana de Puebla de la empresa lucense Ecnatin.

Este lucense, que reside desde hace varios años en esta localidad situada a unas dos horas en coche de la capital, se felicitó de todas formas de que todo quedase en un susto en aquella zona, aunque se lamentó de los efectos que el devastador y mortífero terremoto tuvo en el sur del país.

José Luis Díaz Gómez: "Mi hijo presenció la oscilación del edificio con el alivio de estar fuera"
Médico e investigador natural de O Incio y residente en México.
"La experiencia de un temblor de esta magnitud es muy angustiosa en especial porque estamos muy conscientes de vivir en una zona de peligro sísmico. Estábamos viendo una película cuando noté los primeros movimientos. Me pasa ahora que lo primero que me viene a la cabeza son mis hijos y nietos que viven en el valle de la ciudad y que históricamente es mucho más vulnerable a los temblores por el subsuelo blando y acuoso.

Nosotros vivimos en un monte del sur de la enorme ciudad y el suelo aquí es firme. Ahora bien, cuando el movimiento empezó a aumentar se precipitaron los miedos más terribles... ¿Hasta donde llegará esta vez? ¿Estarán los míos a salvo? Hablar por teléfono en ese momento no dio resultados, pero una vez pasado el movimiento, que parece durar mucho más en la conciencia que en la tierra, pude comprobar que estaban todos bien".

"La alarma sísmica sonó a tiempo y pudieron salir de sus casas a la calle, como una gran parte de la población de la ciudad. Mi hijo mayor vive en el sexto piso de un edificio ya inclinado por el subsuelo y los pasados temblores y era quien más me preocupaba. Desde la calle presenció la oscilación del inmueble con el miedo a que fuera a sufrir daños y con el alivio de estar fuera.

Comprobó después que se desprendieron algunos azulejos del cuarto de baño y se produjeron algunas rajaduras en las paredes. Realmente poca cosa si consideramos que la intensidad fue de 8,1, ¡aún mayor que el terremoto de 1985 que costó miles de vidas y colapsó cientos de edificios en la ciudad!".

Comentarios