El agua del mar continúa a unos veinte grados a dos días de empezar el otoño

El Instituto Español de Oceanografía no lo califica de excepcional y vaticina que un anticiclón bajará los termómetros en unos días
Bañistas, en A Rapadoira
photo_camera Bañistas, en A Rapadoira

Los baños de septiembre están ofreciendo la satisfacción de unas excelentes temperaturas del agua del mar que hasta el momento rondan los 20 grados y que se prolongan desde principios del mes de agosto, una circunstancia comentada ampliamente por los bañistas. Esta situación, según explica el investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Gonzalo González, no es excepcional y "se encuentra dentro de los niveles que se están dando en aguas del Cantábrico en los últimos años, con temperaturas medias en septiembre de entre 20 y 22 grados".

Unas mediciones se pueden comprobar con la información que aporta la boya de Estaca de Bares perteneciente a Puertos del Estado. El científico del IEO también recuerda que, como sucede en muchas ocasiones con el tiempo atmosférico, "la memoria en este caso océano meteorológica suele fallar a la hora de recordar años anteriores", apunta.

González explica que la temperatura costera del mar en Galicia depende, además de la que viene dada en función de la latitud, de factores como la descarga de aguas de los ríos, las corrientes o el afloramiento. Este último fenómeno consiste en el desplazamiento, a causa del viento, de las capas de aguas más superficiales y calientes que se sustituyen por otras más profundas, frías y cargadas de nutrientes.

En el caso de la comarca el afloramiento se produce con "vientos constantes, que no tienen por qué ser fuertes, de componente este que son los que desplazan el agua superficial en A Mariña hacia el oeste". Este año, según el mapa del IEO que indica los niveles de afloramiento, se puede observar que "fue intenso en los meses de marzo y abril pero que sin embargo cayó en los meses de verano", explica González.

A diferencia de otros meses de septiembre este año los vientos no han sido de una dirección constante con pocas situaciones reiteradas de componente este lo que ayudó a mantener la temperatura del agua. "La llegada de un anticiclón posiblemente hará que los vientos del este hagan disminuir la temperaturas del agua", dice González que también indica que las precipitaciones son otro factor local que puede enfriar las aguas de zonas concretas.

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