Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Subsector de Tráfico de Lugo sorprendieron este miércoles en Rábade a un conductor que usaba un peculiar sistema para aliviar la presión del cinturón de seguridad: un alambre de acero enganchado a la parte superior del cinturón por uno de sus extremos y a la manilla de la puerta por el otro.
Este sistema casero permitía que el cinturón quedase flojo, perdiendo así toda su eficacia y suponiendo un peligro grave en caso de accidente puesto que un metal rígido podría convertirse en un arma punzante y clavarse en el cuerpo del conductor u ocasionarle graves heridas.
Al ser preguntado por el motivo de llevar semejante artilugio, el conductor manifestó a los agentes que el cinturón de seguridad le molestaba y que con su ingenio pretendía hacer una conducción "más cómoda".
En concreto, y según explican los agentes, el alambre de acero estaba doblado en sus dos extremos: uno se enganchaba en la parte transversal del cinturón de seguridad, la que sujeta la parte superior del cuerpo en caso de accidente e impide que este sea proyectado hacia adelante, y el otro iba anclado a la manilla de apertura interior de la puerta del conductor.
El control fue realizado en Rábade, en el kilómetro 0 de la carretera que une este municipio lucense con Cospeito. El conductor fue propuesto para sanción por no usar adecuadamente el cinturón
Sorprenden a un conductor en Rábade con un peligroso ingenio para que no le apretase el cinturón
El hombre diseñó un peligroso sistema con un alambre de acero que se enganchaba a una de las cintas, por un extremo, y a la manilla de la puerta, por el otro