"Según los análisis del pelo la madrina y la ‘chica’ de la niña también la habrían drogado"

Los padres de Asunta ponen la vista en Estrasburgo 4 años después del crimen

Porto y Basterra agotarán ante la Justicia europea su último cartucho para librarse de prisión ►Volverán a alegar en sus escritos que fueron prejuzgados por la dimensión mediática del caso
Flores, peluches y mensajes junto a la pista en la que hace cuatro años apareció el cuerpo de Asunta
photo_camera Flores, peluches y mensajes junto a la pista en la que hace cuatro años apareció el cuerpo de Asunta

Asunta Basterra cumpliría 17 años la próxima semana. Habría acabado Bachillerato y estaría ahora comenzando la carrera que se hubiese propuesto, porque era una joven brillante a la que se le daban bien tanto las matemáticas y la física como los idiomas o la historia. Su coeficiente intelectual era tan elevado que los profesores la habían adelantado un curso para no desaprovechar sus capacidades, que también extendía al terreno artístico, pues tocaba el piano como los ángeles.

Una prometedora trayectoria que sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, truncaron hace cuatro años, el 21 de septiembre de 2013, por motivos que solo ellos conocen. Así al menos lo considera la Justicia española, que dictmainó que ambos progenitores urdieron y ejecutaron un plan  para acabar con la vida de la pequeña, a la que previamente drogaron con lorazepam y a la que su madre asfixió con un objeto blando en el chalé familiar de Teo —las sentencias no confirman ni descartan la presencia del padre en ese escenario, pero el fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, aclaró en el juicio que "tan culpable es quien coloca el arma en la mano como el que aprieta el gatillo"—.

En España ya se han pronunciado todos los órganos judiciales competentes: la Audiencia Provincial de A Coruña, que dictó una sentencia de 18 años de cárcel para cada uno basada en el veredicto del jurado popular; el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que la confirmó; y tanto el Supremo y el Constitucional, que hicieron lo propio. Todos desestimaron los recursos y Estrasburgo es ahora su último cartucho.

SEMBRAR DUDAS. Aunque todavía se desconoce su contenido, se prevé que los textos que en fechas próximas presentarán las defensas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pivoten en torno al mantra de que los acusados fueron juzgados de antemano por la fuerte presión mediática a la que estuvo sometido el caso desde sus inicios. Además, tratarán desembrar dudas sobre una serie de extremos a los que la sentencia no ha dado respuesta y que alimentó la serie televisiva sobre Asunta que emitió Antena 3: cómo los vecinos de Teo no vieron el cadáver en la pista forestal de Feros a medianoche, cuando Basterra y Porto llevaban horas en Santiago; o cómo esta última, en solitario, logró transportar el cuerpo sin vida de su hija pese a su limitada fuerza.

Mientras, los culpables del asesinato siguen con su día a día en prisión, con la vista puesta, eso sí, en los pasos judiciales y en una hipotética resolución de Estrasburgo que los absuelva u ordene la repetición del juicio. Con todo, lo más probable es que esta vía no fructifique y tengan que cumplir los 14 años que les restan entre rejas. Ella saldría con 62 y él, con 67. Las vidas en prisión de Porto y Basterra parecen estar cada día más normalizadas y alejadas de las polémicas de los primeros meses. La madre de Asunta está más calmada desde que el pasado marzo la trasladaron desde el penal de Teixeiro al de A Lama, donde ha establecido una mejor sintonía con los funcionarios. Del padre de la pequeña poco se sabe, aunque algunas fuentes apuntan a que ha mejorado su relación con el resto de internos.

ALTAR EN TEO. El tiempo pasa, pero la memoria de Asunta persiste en la pista forestal donde, hace extactamente cuatro años, fue hallado su cadáver. La zona se ha convertido en un participar santuario repleto de flores y peluches.

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