El Hula estudia cómo predecir qué tratamiento es más eficaz en 2 cánceres y cuándo efectuar el cambio

El laboratorio de Nanoproteómica suma a la investigación sobre tumores de mama las de vejiga y pulmón
Sergio Vázquez y Cristina Núñez, en el laboratorio de Nanoproteómica del Hula
photo_camera Sergio Vázquez y Cristina Núñez, en el laboratorio de Nanoproteómica del Hula

El laboratorio de Nanoproteómica del Hula, del que es responsable la doctora en Química Cristina Núñez González, ha sumado a su proyecto inicial —crear una técnica de diagnóstico no invasiva, a través de biopsia líquida, del cáncer de mama— otros dos sobre cáncer de vejiga y pulmón. El objetivo es desarrollar sendas técnicas de predicción que no solo sean capaces de decir qué pacientes son los mejores candidatos para recibir inmunoterapia, es decir, a quiénes va a beneficiar realmente ese tratamiento, sino también cuándo deja de hacerlo, o sea, en qué momento se crean resistencias y ya no está siendo eficaz, con lo que conviene optar por otro.

Este último quizás sea el objetivo más novedoso. En las llamadas terapias dirigidas del cáncer —aquellas cuya acción se concentra en unas moléculas específicas para frenar el crecimiento del tumor— ya existen herramientas predictivas que permiten seleccionar a los pacientes a los que realmente les van a funcionar. Eso mismo es menos frecuente en inmunoterapia, y aún menos contar con una técnica capaz de indicar en qué momento la inmunoterapia elegida ya no funciona.

Para los dos proyectos se recogerá sangre de pacientes con esos dos tipos de tumores y, en el caso del de cáncer de vejiga, también orina. La meta es conseguir una herramienta de biopsia líquida que pueda mostrar, a través de la expresión de determinadas proteínas, quién debe recibir una determinada inmunoterapia y cuándo dejar de administrarla y cambiarla por otra.


La biopsia líquida puede ser relevante para tumores de difícil acceso como son a veces los que afectan al pulmón


El jefe de Oncología del Hula, Sergio Vázquez, recordó que, en el caso de los tumores de pulmón, el uso de la biopsia líquida es especialmente relevante porque, en muchas ocasiones, el tumor es de difícil acceso por lo que resulta complicado hacer una biopsia convencional. Además, en esta la muestra de tejido tiene que tener una determinada dimensión para ser estudiada y no siempre es posible tomar una de ese tamaño. Así, poder observar cómo está respondiendo ese paciente al tratamiento a través de una muestra de sangre se presenta como una opción muy ventajosa. En todos los casos se evita al paciente una prueba invasiva, que es especialmente molesta en el caso de cáncer de pulmón.

Los dos nuevos proyectos se encuentran en distintos estados: para el de vejiga ya se ha solicitado financiación al Instituto de Salud Carlos III mientras que para el de pulmón se están empezando a diseñar los protocolos de recogida de muestras.

TESIS. De cualquier forma, logren o no esa financiación pública a la que aspira el de vejiga y que se solicitará también para el de pulmón, ambos se llevarán a cabo porque dos facultativos del hospital, un urólogo y una oncóloga, tienen intención de centrar en ellos su tesis doctoral. Esto permite al laboratorio de Nanoproteómica asegurarse su acceso a las muestras, una de las cuestiones que puede resultar más compleja si se inicia una investigación de estas características en un laboratorio al margen de un centro hospitalario.

Cristina Núñez destaca el afán investigador y la proactividad que ha encontrado entre los médicos del Hula, tanto oncólogos como de facultativos de otras especialidades que diagnostican en sus consultas distintos tipos de tumores. Asegura que esa buena recepción es lo que ha permitido al laboratorio ampliar su labor inical y a la Unidad de Investigación en la que este se encuentra, sumar nuevas tareas.

El proyecto que tiene más avanzado el laboratorio de Nanoproteómica es el que originó su creación y que se encuentra ya en la fase de recogida de muestras. El objetivo es poder diagnosticar mediante una muestra de sangre si una paciente va a desarrollar cáncer de mama. Núñez recuerda que se aspira a crear una técnica de diagnóstico precoz, que sea eficaz y que resulte económica.

Para ello se comparará sangre de pacientes enfermas con la de pacientes sanas, buscando la diferencia en la expresión de proteínas de unas y otras para poder seleccionar biomarcadores del cáncer. "Aunque las proteínas que expresen sean diferentes, esas diferencias no se ven en las proteínas mayoritarias, sino en las minoritarias", indica Cristina Núñez.

Así, para poder estar en condiciones de observar esas diferencias hay que, por decirlo así, agregar esas proteínas minoritarias y eliminar del paisaje las mayoritarias para que no perturben la observación.

La meta es estar en condiciones de hacer una herramienta que mida la sobreexpresión de esas proteínas en sangre y que pueda, por tanto, decir si una paciente tiene un tumor de mama antes de que este aparezca en una prueba de imagen como la mamografía.

La biopsia líquida es una de las ramas de la investigación oncológica más transitada en la actualidad. Aunque muchos pacientes gallegos se familiarizaron con ella gracias a la intensa campaña de mecenazgo promovida por un equipo investigador de Santiago, en realidad su estudio lleva años en marcha en todo el mundo.

En el caso del laboratorio de Lugo la diferencia con, por ejemplo, el grupo compostelano es qué se elige analizar. En el Hula son determinadas proteínas y en el de Santiago de Compostela, las células tumorales circulantes. El lucense es el único laboratorio de Nanoproteómica presente en un hospital gallego.

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