La aspirante a Miss Universo España en representación de la provincia de Lugo, la vivariense Jessica González Quintela, hace un balance más que positivo de su participación en el certamen, en el que terminó entre las doce mejor valoradas, hizo amistades y obtuvo diferentes propuestas laborales además de sumar una experiencia de las que se recuerdan toda la vida.
La joven dice que recibió propuestas para ser modelo de pasarela y acudir a otros certámenes
En el tren de vuelta desde Málaga a Madrid, donde la joven de 23 años continuará sus estudios universitarios de Derecho y Ciencias Políticas, Jessica González detalla a este diario su vivencia. «Estoy muy contenta, creo que di lo máximo de mi y fue recompensado, porque fui la única gallega en el top», asegura. Explica que en la criba para elegir a las doce mejores, de las que saldrían después las seis finalistas, estaba ella. «En el top seis no pude estar pero pasé lo de las doce, fui la única gallega y de todo el norte junto a La Rioja», destaca.
Antes de eso tuvo que realizar varios desfiles, el primero con «un traje de fantasía» inspirado en Viveiro y en la comarca mariñana; «después hubo un opening con baile, con vestido de cóctel, y por último un pase en bikini y un pase en traje de gala», relata Jessica, quien afirma que estuvo muy tranquila y segura de sí misma durante toda la gala. «No estaba nada nerviosa, llevaba mucho tiempo pensando en ese momento y estuve súper cómoda. Me encanta desfilar y estaba feliz, no paraba de sonreír», comenta.
Además de los desfiles de la gala final, el día antes todas las chicas se enfrentaron a las preguntas del jurado. «Me preguntaron sobre mi vida, idiomas, formación... y hasta cosas como qué harías si fuera tu último año de vida», a lo que la vivariense contestó: «Haría lo mismo que estoy haciendo ahora, porque soy una persona que vive el día a día».
En los nueve días que estuvo en Málaga conviviendo con las demás misses y preparándose para el certamen ensayaron los desfiles pero también participaron en eventos o ruedas de prensa y realizaron actividades deportivas y acuáticas. «Hubo un compañerismo tremendo, es cierto que hay más cercanía con unas o con otras por la edad o por la habitación, pero hubo muy buen rollo entre todas las chicas», dice. De hecho, apunta que con quienes mejor se llevaba era con la representante de Madrid y con la que resultó la ganadora, la albaceteña Sofía del Prado, que representará a España en Miss Universo. «Era la que se lo merecía por sus cualidades», dice sobre ella.
Aunque no ganó, la notable participación de la vivariense en el certamen le sirvió para recibir «bastantes propuestas de trabajo como modelo de pasarela» y también «propuestas de participar en otros certámenes» sobre las que ahora deberá «pensar y reflexionar un poco para tomar las decisiones con tranquilidad». Jessica González asegura que su prioridad es terminar sus estudios, que financia con trabajos que ya tenía de modelo y de azafata.
«Va a ser algo complicado retomar la rutina», reconoce la miss lucense, que contará para ello con el apoyo de su familia como ya lo tuvo en este certamen. «Vinieron mi madre, mi hermana y mis dos abuelas, que me apoyaron desde el minuto uno e hicieron el papel tremendamente bien», dijo.
