Un salto del diferencial eléctrico dañó una partida de vacunas de la varicela que se encontraban en el centro de salud de la Praza de Ferrol. En total, se estropearon 34 dosis, que no podrán ser utilizadas al romperse la cadena de frío.
El Sergas aseguró el lunes desconocer la razón por la cual se produjo ese problema, que dejó la nevera en la que se encontraban las vacunas sin suministro eléctrico durante todo el fin de semana. Aunque se sigue intentando averiguar qué es lo que pudo ocurrir, ya se repuso la partida estropeada, de forma que ninguno de los pacientes que estaba previsto vacunar en la mañana del lunes tuvieron que ser citados para otro momento y pudieron recibir la dosis tal y como esperaban.
La jefatura territorial de Sanidade custodia dosis de las vacunas incluidas en el calendario vacunal para reponerlas cuando se administran o, como ocurrió el lunes, cuando se estropean.
Las vacunas no se dañan en el preciso momento en el que cambian de temperatura y, de hecho, resisten intactas durante un tiempo. Pero conviene limitar esos cambios y esa resistencia tiene un límite temporal. En el caso de estas 34 vacunas, se rompió la cadena de frío porque permanecieron un par de días a temperatura ambiente.
Si se administra una vacuna con la que no se ha respetado la cadena de frío resultaría ineficaz. Por tanto, el riesgo no se encuentra en ese caso en el momento en el que se administra sino en el hecho de que deja al paciente desprotegido, como si se hubiera saltado una dosis, pero con la percepción de que está protegido, con lo que no tomaría las precauciones que quizás podría tomar de saber que no estaba vacunado.
