Anuncios de cine hasta en el móvil

La productora 60 Ráfagas adquiere una cámara como la que usan prestigiosos directores de cine como Scott o Fincher
Gloria Tejero y Daniel Díaz, en su estudio
photo_camera Gloria Tejero y Daniel Díaz, en su estudio

Daniel Díaz y Gloria Tejero son dos jóvenes emprendedores lucenses que, bajo el nombre comercial de 60 Ráfagas, constituyeron una empresa audiovisual especializada en dar a productos publicitarios una estética cinematográfica «para que quien vea los anuncios sienta que está en el cine», aunque lo esté consultando desde la pequeña pantalla del móvil.

Precisamente para ello una de sus últimas decisiones fue la de destinar unos 35.000 euros a comprar una cámara de cine como la que usan directores del séptimo arte, como Ridley Scott o David Fincher, y que es única en Galicia. Este equipo les permitirá continuar "desmarcándose" en su búsqueda de un modelo anglosajón de publicidad y, de hecho, aunque hace medio año que lo recibieron, ya lo han usado para cuatro anuncios.

Aseguran que esta cámara los obliga "a cuidar más la iluminación y a preparar muy bien lo que quieres grabar", lo que les conduce a obtener productos audiovisuales "con un estilo de color y una resolución que se asocia claramente al cine".

Ya con este nuevo aparato en su haber, Díaz y Tejero seguirán con el proyecto que iniciaron hace casi tres años, un tiempo en el que han realizado decenas de productos audiovisuales repartidos entre spots, los videoclips y micropíldoras publicitarias. Entre sus clientes se encuentran varios ayuntamientos de la provincia que conocen al milímetro como los de Castro de Rei, el último para el que trabajaron, Portomarín, Xove o Barreiros.

Más allá de la provincia también los han contratado en la diputación provincial y el ayuntamiento de A Coruña, para quien realizaron la campaña de Coruña gastronómica. Aún así, consideran que el que más esfuerzo les ha supuesto es un spot del grupo Norvento, que los llevó incluso a rodar en Inglaterra.

ENSAYO-ERROR. Echando la vista atrás, los jóvenes reconocen que han aprendido "mucho" empleando "la mejor metodología, el ensayo-error" porque, según admiten, no proceden de ninguna escuela de cine. "Todo lo contrario, hemos invertido muchos recursos en formarnos, incluso en el extranjero, porque somos totalmente autodidactas", reivindican.

En cuanto a su mecánica de trabajo, explican que el 90% de sus clientes les suelen pedir que le presenten una idea para la campaña. Antes de hacerlo, desde 60 ráfagas necesitan saber a qué público van dirigido, cuál es el medio en el que se va a difundir el vídeo y de qué recursos se disponen para determinar cuestiones como el número de días de rodaje o si se contratarán actores.

Esta empresa se ocupa de la preproducción, la producción y la postproducción e incluso de la creación de bandas sonoras. El importe de estos trabajos oscila entre los 1.000 y los 25.000 euros porque hacer publicidad de cine también tiene su precio.

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