La sequía pone en jaque a Galicia en el año con menos lluvias desde 2005

Pese a la situación de alerta, la Xunta afirma que por ahora no está previsto realizar cortes de suministro para la población
La sequía ha dejado al descubierto parte de las edificaciones sumergidas en el embalse de Belesar
photo_camera La sequía ha dejado al descubierto parte de las edificaciones sumergidas en el embalse de Belesar

Embalses medio vacíos, viejas aldeas anegadas que vuelven a ver la luz después de décadas, campos secos y cauces fluviales bajo mínimos. Esta es la estampa que desde hace semanas ofrece el territorio gallego y, tras ella, se esconde una realidad preocupante: 2017 está siendo uno de los años más secos desde que hay registros.

Según los informes de MeteoGalicia, en lo que va de este ejercicio se contabilizaron en la Comunidad Autónoma solamente 619 litros por metro cuadrado, es decir, menos de la mitad que en el mismo período del año pasado. Hay que remontarse doce años, hasta 2005, para encontrar un balance menor, pues aunque en 2012 la Xunta también había declarado una alerta por sequía, incluso aquel año había llovido más que este.

De acuerdo con el observatorio meteorológico gallego, el problema es que en 2017 se han sucedido tres estaciones con unas lluvias por debajo de los valores considerados normales. El invierno (con únicamente 280 litros por metro cuadrado acumulados en las 16 estaciones que componen la serie regional) fue el más seco del último lustro, concretamente, un 36% por debajo del valor normal. La situación se agravó en primavera, cuyas precipitaciones fueron un 18% inferiores a la media. A pesar del refrán 'En abril aguas mil', dicho mes fue considerado por MeteoGalicia como "extremadamente seco", pues solo se recogieron 18 litros por metro, cuando la media era de 115 litros.


En lo que va de 2017 se registraron en las estaciones meteorológicas menos de la mitad de precipitaciones que en el mismo período de 2016


A esta situación ya de por sí atípica se ha sumado un verano de precipitaciones muy escasas: solo 82 litros por metro cuadrado o, lo que es lo mismo, un 27% menos que lo normal.

Esta carestía de agua ha llevado al Consello Reitor de Augas de Galicia a decretar esta semana la alerta por sequía en en seis zonas de Galicia Costa de las provincias de A Coruña y Pontevedra y en toda la demarcación Miño—Sil, que abarca desde León hasta la desembocadura del Miño.

La situación está siendo especialmente grave en el Sil superior, en el río Cabe —que pasa por Monforte— y en la zona del Limia. Precisamente, en la provincia de Ourense se ha establecido una 'zona cero' que abarca municipios como Viana, A Mezquita, A Gudiña y O Bolo, entre otros, donde los agricultores y ganaderos han iniciado ya una serie de movilizaciones a fin de exigir a la Xunta ayudas "reales" para combatir los efectos de la falta de lluvias.

En la demarcación costera, las cuencas más afectadas son las de los ríos Verdugo, Lagares y Baíña, ríos de Oia y O Rosal, el río Castro, el Xallas, el Cee, el Mero y otros que desembocan en la ría de A Coruña; así como los ríos Mendo y Mandeo y los que desembocan en la ría de Betanzos. Según el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, estas zonas presentan un déficit de caudal todas ellas por debajo del 50%. Además, también se acordó realizar un especial seguimiento a las cuencas del Lérez y del Ulla, que por ahora continúan en prealerta.

MEDIDAS. De acuerdo con el 'Protocolo da seca', aprobado en el año 2013, a partir de este momento será el Consello de Augas de Galicia el que se encargue de "garantir o abastecemento á poboación e minimizar os efectos negativos sobre o medio natural, establecendo medidas, de ser o caso, que protexan a flora e a fauna fluvial", según explicó el departamento que dirige Rodríguez. "A declaración de alerta nestas zonas significa a protección dos recursos mediante a mellora na xestión e o uso conxunto de augas superficiais e subterráneas, aforros e limitacións do consumo dos grandes sistemas de abastecemento".

En definitiva, entre las medidas a tomar está la intensificación de los controles, que pasarán a ser semanales; incrementar la coordinación entre las distintas administraciones implicadas (consellerías, Fegamp y confederaciones hidrográficas) y establecer contactos continuos con los concellos afectados para seguir las medidas adoptadas.

Roberto Rodríguez aclaró que "Augas de Galicia tamén poderá tomar medidas sobre posibles axustes no réxime de explotación dos encoros e dos caudais ecolóxicos dos ríos e proceder á adopción de medidas orientadas á axilización das autorizacións de captacións alternativas que sexan necesarias para paliar posibles efectos da seca nunha determinada poboación".

Eso sí, aclaró que por el momento, el abastecimiento a la población está garantizado, si bien la Administración apela a hacer un uso comedido de los recursos y aplicar medidas como no lavar coches ni regar fincas o jardines.

¿Qué sucederá si la situación de sequía continúa? La Consellería de Medio Ambiente indicó que "as solucións iranse adaptando á situación á que se necesite dar resposta en cada momento", pero recordó que "a declaración de alerta deuse pola situación dos ríos, non porque teñamos problemas de abastecemento nos encoros que, por agora, teñen a capacidade suficiente como para atender á demanda de auga das diferentes localidades".

Si la sequía llegase a extremos muy alarmantes, serían los propios ayuntamientos los encargados de realizar los cortes de agua, aunque, según la Consellería, "por agora non está previsto tomar unha medida dese tipo".

Si llegado el caso no quedase más remedio, "xunto co concello afectado, a Fegamp e os axentes que interveñen no ciclo hídrico da auga, tomaríase a decisión máis oportuna que garantise o mellor subministro", precisó el departamento autonómico.

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