La vendimia acaba en Galicia con un alza del 2% por la segunda mayor cosecha de Rías Baixas

El resto de las denominaciones de origen gallegas sufrieron descensos como consecuencia de las heladas y el granizo
Vendimia en Cambados
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La vendimia de 2017 concluye en Galicia con un aumento del 2% hasta unos 61 millones de kilos de uvas, frente a los 59,65 millones de 2016. Este incremento fue posible gracias a la segunda mayor cosecha de la historia en Rías Baixas, frente a la caída en el resto de las denominaciones de origen gallegas en un año marcado por las heladas y el granizo.

Según los datos recabados por Europa Press en las DO, en Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei ya han acabado la vendimia, mientras que en las otras dos –Rías Baixas y Ribeiro– solo unas pocas bodegas ultiman la recolecta.

Así, Rías Baixas pasa de los 39,2 millones de kilos de uvas, lo que supone su segunda mejor marca histórica, solo superada por los más de 41 millones de 2011. De hecho, el volumen es superior a la estimación realizada el pasado agosto, que estaba en torno a 37,6 millones.

De este modo, el crecimiento en Rías Baixas es superior al 17% frente a los 33,4 millones de kilos de 2016. Esta situación se debe a una primavera muy seca y cálida, en un año con ausencia de plagas y enfermedades, con unas vides que no se vieron afectadas por las heladas de abril y el granizo de finales de agosto como el resto. Todo ello, arroja una calidad "excelente", según el servicio técnico de la DO. 

En el otro extremo, las otras cuatro denominaciones de origen gallegas --Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei-- sufren un descenso de producción, una situación ya vivida en estos mismos casos en 2016, aunque logran contener la pérdida frente a lo esperado.

Esta vendimia ha sido atípica al tratarse de una de las primeras en comenzar, con casos de inicio a mediados del mes de agosto. También es de las más largas de la historia, con una recogida en dos fases, que ha llevado a dejar para octubre la recolecta en las cepas afectadas por las heladas de abril que han rebrotado. A esto se une la sequía y el granizo de finales de agosto que ha dañado vides.

La disminución porcentual más acusada se produce en Monterrei, en donde la vendimia ha acabado con 2,88 millones de kilos recogidos --70% es blanco y 30% es tinto--, lo que se traduce en un retroceso del 35,5% frente a los 4,47 millones de kilos de 2016.

El Consello Regulador de Monterrei achaca este descenso a los fenómenos "adversos" de todo el año. Aquí, la vendimia se adelantó en más de tres semanas al comenzar el 26 de agosto por las altas temperaturas del verano, que en cambio dieron lugar a que no hubiese enfermedades fúngicas.

En Ribeira Sacra hay un ligero retroceso, con 5,5 millones de kilos vendimiados en 2017 en 93 bodegas, pero se trata de una cifra muy similar a los 5,6 millones de 2016. Se han cumplido las estimaciones, según explica a Europa Press el presidente del consejo regulador de la DO, José Manuel Rodríguez, que prevé "unos vinos de buena calidad" tras un año sin enfermedades.

También baja Ribeiro --cerca del 20% por el momento, aunque todavía sin cerrar la cosecha--, con más de 9,2 millones de kilos recogidos frente a los 11,6 millones de kilos de 2016.

Por su parte, en Valdeorras hay una reducción de en torno a un 10% menos por las heladas. De esta forma, se queda en 4,18 millones de kilos de uva recogida por 42 bodegas --la más abundantes la variedad de godello, con unos 2 millones--, cuando el año pasado fueron 4,66 millones. Con todo, el presidente del Consello Regulador, José Luis García Pando, destaca "la calidad de la uva recogida".

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