Coren recula y no compra la sala de despiece de Artesanos de la Carne

La cooperativa ourensana había realizado una oferta de 1,9 millones de euros y tenía previsto crear unos 80 puestos de trabajo en Castro

El grupo Coren retira la oferta de compra por 1,9 millones de euros que había presentado por la sala de despiece que Artesanos Gallegos de la Carne tiene en Castro de Ribeiras de Lea. No ha trascendido el motivo por el que la principal cooperativa agroalimentaria de España ha dado marcha atrás para adquirir las instalaciones de la cárnica chairega, que está en fase de liquidación.

La firma ourensana tenía un ambicioso proyecto industrial para esta planta, sita en el parque empresarial de Castro de Ribeiras de Lea, que contemplaba generar unos 80 puestos de trabajo, el doble de los que tuvo Artesanos Gallegos de la Carne. La retirada de la oferta presentada por el grupo Coren, que cubría los emolumentos pendientes de la plantilla y los créditos privilegiados, se produce una semana después de que ganaderos lucenses a los que Artesanos Gallegos de la Carne les adeuda más de 600.000 euros se movilizasen para exigir que el futuro propietario asumiese esos impagos.

La cooperativa ourensana de segundo grado no incorporará por tanto la sala de despiece chairega a la veintena de plantas que tiene en toda Galicia, entre las que figuran dos en la provincia de Lugo: el centro de procesado de vacuno y de secaderos de jamones de Novafrigsa, en la capital lucense, y la fábrica de piensos de Bonxe, en Outeiro de Rei.

La marcha atrás del grupo Coren supone otro revés para los productores gallegos de carne vacuno, debido a que la planta de Castro de Ribeiras de Lea era una referencia para el sector. Antes de entrar en crisis, cada mes entraban en la sala de despiece de Artesanos Gallegos de la Carne unas 1.500 reses de Ternera Gallega y su facturación anual rondaba los nueve millones de euros.

FUERA DE SERVICIO. La planta que se encuentra en el parque empresarial de Castro de Ribeiras de Lea lleva sin actividad desde el pasado mes de febrero, cuando el juzgado mercantil de Lugo declaró su concurso de acreedores a raíz de la demanda presentada por un proveedor al que adeuda unos 300.000 euros.

Tras esta frustrada operación, la administración concursal tendrá ahora que determinar si vuelve a poner la unidad productiva a la venta u opta por trocearla en lotes.

Comentarios