Un maestro del césped

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a mediados DE LOS OCHENTA, un problema renal le llevó a colgar las botas, pero Carlos Sánchez Cabo sigue siendo hoy una de las personas más queridas del fútbol lucense. Lleva más de un cuarto de siglo cuidando el Ángel Carro. Allí lava equipaciones, seca botas, mantiene las instalaciones... y, sobre todo, cuida el campo, donde no hay hierba más alta que otra. Sus conocimientos han sido requeridos en ocasiones por otros clubes para tratar problemas en sus terrenos de juego y, cuando el seleccionador de la Sub 21, Luis Milla, viajó a Lugo por primera vez, uno de los aspectos que más valoró fueron las excelentes condiciones del césped del Ángel Carro. Hoy toca disfrutar.

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