La sequía bate récords y lleva al campo a una situación límite

Embalse de Belesar a la altura de Portomarín. (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Embalse de Belesar a la altura de Portomarín. (Foto: Xesús Ponte)

Galicia vive uno de los inviernos más secos de las últimas décadas y Lugo es una de las provincias más afectadas por la falta de precipitaciones. El abastecimiento de agua potable no peligra, al menos de momento, pero la ganadería tanto de carne como de leche -el sector con más peso en la economía provincial- está en una situación límite.

La actual sequía se suma a la vivida en el otoño y la primavera del año pasado, la más seca de los últimos 50 años, y la consecuencia es que buena parte de los ganaderos se ven obligados a comprar forraje y cereales, las praderas no solo no producen sino que se están destruyendo y en muchos casos habrá que volver a sembrar, y el abono químico que se echó al campo en las últimas semanas se está perdiendo por la falta de lluvia. «A seca está ocasionando un sobrecuste na produción de leite de 5 céntimos en litro. E a iso hai que engadir a suba doutros custes, como o gasóleo e a electricidade», afirma Óscar Pose, secretario de servicios de Unións Agrarias.

Pose explica que, durante 2011, la producción de hierba de silo se redujo un 40% y las de hierba seca y maíz, un 30%, y que en la actualidad las praderas presentan un aspecto propio del mes de noviembre. La única alternativa es la compra de sustitutivos fuera de Galicia (alfalfa, paja, concentrados de cereal...), pero el problema es que la gran demanda existente hace que los precios hayan subido considerablemente. «E os de primeira calidade xa os levaron os franceses, porque a eles si lles subvencionaron o transporte o ano pasado», explica el representante sindical.

Esa fue una de las medidas de apoyo al sector que el sindicato pidió el año pasado y que volverá a reclamar ahora, dentro de la batería de propuestas que mañana lanzará a las administraciones. Otra de ellas será la habilitación de préstamos a cero o bajo interés para la compra del alimento para los animales.

Prueba de la situación límite que vive el sector es que en algunas zonas de la provincia, los ganaderos ya se podría beneficiar de los seguros de sequía, si los tuvieran, porque esta protección hasta ahora no era necesario en Galicia, explica Pose.

En otros cultivos, la falta de lluvia no está afectando tanto. Los productores de huerta no han recurrido todavía al riego y para los viñedos, las precipitaciones todavía no tardan.

Suelo que retiene poco

Lugo, y Galicia en general, es muy sensible a la sequía, tal y como explica el profesor de la Escola Politécnica Jorge Dafonte, que señala que «o solo ten moita area na súa composición e sécase rápido, almacena pouco a humidade.» Aun así, no toda la provincia sufre igual la escasez de lluvias. En la zona norte «onde hai máis nubosidade e a temperatura é máis baixa, a evaporación é máis lenta».

La formación geológica del suelo lucense tampoco favorece el almacenamiento de agua. «Son rochas pouco permeables e fracturadas e cando chove o caudal dos ríos aumenta rapidamente pero corre cara o mar, almacénase pouca auga no subsolo». Por esta razón, los pozos aguantan menos y tardan más tiempo en recuperarse de la sequía porque el acuífero ha de llenarse primero y luego «vai liberando lentamente».

En cuanto a los cultivos, Dafonte apunta que la falta de agua en esta fecha afecta especialmente a las praderías, porque sus raíces son cortas y no tienen acceso a zonas más húmedas. De llover ahora, podría ser suficiente para recuperarlas, pero llenar los pozos necesitaría cantidades mayores.

Riesgo de Incendios

La profesora Ana Ruiz González también alerta sobre el riesgo de incendios, más alto este año de lo que es habitual en esta época debido a que el monte está lleno de combustible muerto y seco. «Al final del invierno siempre hay una época de riesgo, pero este año es más acusado». Matiza, eso sí, que un incendio ahora tiene «menos peligro de reproducción porque por la noche hace más frío y hay rocío». Para normalizar los niveles de riesgo, apunta, es necesario «que llueva de forma continua o cada poco tiempo, no se va a arreglar porque llueva un día», señala.

Embalses casi llenos

La crítica situación del campo contrasta con la relativa tranquilidad que, de momento, se vive a nivel de abastecimiento de agua potable, salvo casos puntuales de agotamiento de pozos y manantiales.

De los seis embalses existentes en la provincia, cuatro tienen una ocupación superior al 90%, desde el 92% de Os Peares al 98% de Montefurado. La lluvia caída durante el verano pasado aumentó considerablemente las reservas. Las únicas excepciones son el embalse de Belesar, al 33% debido al vaciado realizado en 2011 por obras, y el de Vilasouto, una presa destinada sobre todo a regadío que se abastece de pequeños cauces.

CIFRAS Y CAUSAS
Dos litros más que el febrero más seco

En el mes que ahora termina, cayeron en Lugo 18 litros por metro cuadrado en Lugo, solo dos más que el registro histórico más bajo, los 16 litros que se recogieron en 1956, según la Agencia Española de Meteorología. En los últimos treinta años, la precipitación media en este mes se situó entre los 60 y 100 litros por metro cuadrado, según indica la meteoróloga de Meteogalicia Ana Lage.

Explicación

Lage explica que esta sequía prolongada se debe a un anticiclón de bloqueo que ha permanecido inamovible sobre el norte de España y que ha hecho que todas las borrascas que se pudieran acercar y provocar precipitaciones se desplazaran a latitudes superiores. El fenómeno no es extraño en esta época del año, pero sí es infrecuente su persistencia.

Previsión

Ana Lage apunta que este fin de semana desaparecerá la influencia anticiclónica y que desde hoy y en los próximos días habrá precipitaciones, pero la semana próxima vuelve el anticiclón.

FUEGOS. Hoy y mañana, días críticos

  • Meteogalicia prevé para hoy y mañana «chuvascos de distribución irregular», pero, en contra de lo que pueda parecer, aumentará el riesgo de incendios. Según explican agentes forestales, al empezar a llover muchos ciudadanos se relajan y aprovechan para hacer quemas agrícolas, que la Xunta aún permite.

El viento, clave

  • La lluvia suele conllevar también un poco de viento, un factor tan determinante como la sequedad de la vegetación.

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