REFORMA LABORAL, reestructuración del sistema financiero y ley de estabilidad presupuestaria son las tres medidas de calado que Mariano Rajoy anuncia de aquí a mediados de febrero. La incapacidad o negativa de sindicatos y patronal de alcanzar un acuerdo deja en manos del Gobierno los contenidos de la reforma laboral. No será por sí sola la que ponga remedio al 20,9% de paro que sufre España y que Europa ve «como una emergencia». Que lo es. Impulsar la actividad económica como medida real para generar empleo pasa por abrir la financiación a las empresas y al consumo. De ahí que se espera una reestructuración del sistema financiero que suponga un efecto positivo sobre la economía real. El acuerdo sobre el control presupuestario quedó reflejado ayer con Montoro. El problema con las autonomías pudo o puede estar en las formas y no en el fondo. El conseller catalán trasladó el compromiso firme de colaborar en la austeridad. Estas medidas representan una política económica en marcha.
Reducir en Guitiriz
El Concello de Guitiriz estima reducir en 10.000 euros anuales el gasto en electricidad por la aplicación de un apagado selectivo en el alumbrado público. El ahorro irá destinado a servicios sociales y jardines públicos. Los excesos en el alumbrado son práctica que continúan a pesar de los llamamientos al ahorro y necesidad de ajustar el gasto. Son más los excesos en ciudades y medio rural en iluminación eléctrica pública que las carencias. De ahí viene esa contaminación lumínica que generalmente se ignora pero que tiene también traducción económica. El ejemplo de Guitiriz debería extenderse en el ahorro y también en la decisión de trasladar el ahorro a servicios sociales y jardinería pública. La prioridad de los servicios sociales será compartida por todos. Y por todos también debe impulsarse el cuidado del rostro que presenta al visitante y acoge a los propios convecinos en aldeas, pueblos y villas.
