La catedral de Lugo acogió la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia

El alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, realizó hoy la 347 Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santo Sacramento en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Lugo, reivindicando los derechos de "muchas familias que lo están pasando muy mal, muchos jóvenes que no encuentran trabajo y no pueden hacer su proyecto de vida, y que los lleva a caer en la desesperanza".

Esta tradicional oferta se realiza ininterrumpidamente desde 1669 y de forma rotatoria entre las siete ciudades del Antiguo Reino de Galicia: A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Mondoñedo, Ferrol y Tui.

Este año era el turno del alcalde y obispo de Tui, por ser la ciudad y diócesis a las que correspondía este año hacer la Ofrenda, si bien cedieron el honor al alcalde y obispo de Lugo, Alfonso Rouco, en agradecimiento del remate de la primera fase de las obras que fueron visitadas por la ministra de Fomento, Ana Pastor.

El oferente de este año también reclamó "ayuda al Gobierno de España y a los miembros del Gobierno de Europa para que busquen y encuentren las políticas económicas y sociales justas y necesarias, que devuelvan a los europeos y europeas la confianza en su futuro, futuro que tenemos que construir de un modo nuevo para lograr que salgamos todos bien de esta crisis".

"No está la solución en quitar menos a quien menos tiene, sino en una justicia distributiva que reparta mejor los bienes materiales, y nos ayude a compartirlos con los menos afortunados, sin perder la perspectiva de que esos bienes materiales no son un fin en si mismo", defendió López Orozco.

Asimismo, recordó a "todas aquellas personas que se marcharon de este país para buscar el pan de cada día, y nos hace, por eso más solidarios con los que vinieron aquí a buscar su pan, que fueron recibidos cuando los necesitábamos como mano de obra barata, y ahora parecen ser la causa de todos los males".

Orozco lamentó que el ser humano "queda reducido" a un valor de uso, "como si fuese una mercancía más en un mercado agresivo en el que la única finalidad es la ganancia".

A pesar del panorama económico desfavorable, el regidor socialista afirmó que "esa angustia no nos paraliza, sino que nos motiva para trabajar más y más por el ser humano y por sus intereses legítimos".

Con respecto a las autoridades, pidió que los alcaldes y presidentes de Diputaciones sean "fieles servidores" de la ciudadanía, estando "a la altura" de todos los que actualmente lo necesiten.

Al oferente le respondió el obispo de Lugo, Alfonso Rouco, quien pidió que el futuro "se construya así sobre roca, sin miedo a los vientos y a las tempestades de nuestra época, y rico de caridad verdadera, por la que abunde la justicia y la paz en nuestras ciudades y para el pueblo".

En un discurso meramente religioso, Rouco reconoció que "en estos días, en los que la atención al que sufre y al necesitado es una urgencia evidente de nuestra sociedad, necesitamos de nuevo algo más que un ejemplo o que una simple enseñanza sobre nuestros deberes."

El obispo de Lugo también se refirió "al sentido de la justicia, el respeto ante la dignidad y los bienes fundamentales de los demás".

En la Ofrenda participaron los alcaldes de las siete ciudades del Antiguo Reino de Galicia; el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo; el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; los presidentes de las cuatro Diputaciones Provinciales gallegas, todos los obispos gallegos así como el de Oviedo; y el portavoz del PP en el Senado, Xosé Manuel Barreiro, entre otros.

La Ofrenda del Antiguo de Galicia tiene actualmente un carácter simbólico, pero surgió en un principio para ayudar a sufragar los gastos de iluminación al Santo Sacramento que permanentemente se expone en la Catedral de Lugo.

 


Comentarios