La reducciones salariales que afrontaron en los últimos años los funcionarios, así como el último decreto del Gobierno central para luchar contra el absentismo laboral han tenido repercusión en el Concello de Lugo, donde las bajas de sus trabajadores se han visto reducidas este año en un 25% con respecto a 2012.
Los datos aportados por el gobierno local indican que, de los cerca de 800 trabajadores municipales, en los dos primeros meses del año pidieron la baja un total de 24 empleados frente a los 32 que lo habían hecho entre enero y febrero de 2012. Las enfermedades comunes acaparan la mayoría de las ausencias con justificación médica, un total de 20, cuatro menos que las registradas un año antes.
