Operaciones y recuperaciones

UNA RECUPERACIÓN lenta tiene por delante el Rey después de abandonar ayer la clínica en la que fue operado de una doble hernia discal. Lenta parece que va a ser la recuperación de las múltiples hernias que están pendientes de una eficiente intervención, quirúrgica en algunos casos, en este país. La semana dejó muestras de esos males que amenazan con cronificarse desde los bárcenas del PP a las mociones de censura del PSOE que se apoyan en un condenado por agresión sexual. Quedan muestras nuevamente del rechazo a actuar con las reformas en campos propios de la política. Los datos del CIS que conocimos esta semana hablan de burbujas con riesgo de explosión: la corrupción como segundo problema, seguida de los políticos y la política. Una buena muestra de la negativa a afrontar campos de reformas puede ser la parcial propuesta de modificación de las administraciones locales por parte del Gobierno y la respuesta de rechazo desde los poderes políticos locales y provinciales. En definitiva, a la reforma racionalizadora de las administraciones públicas no se le mete la tijera de recortar por cuanto pudiera implicar de pérdida de cuotas y beneficios de poder. Si disminuye la población, parece lógico concentrar municipios. Si se crearon las autonomías hace más de treinta años debe ser tiempo ya de readaptar la administración local/provincial y la central y la periférica a esta nueva realidad. Lo planteó el mismo Fraga va para veinte años. Admítase al menos que hay una enorme burbuja con el mismo riesgo de explosión y daños, que todas las precedentes de las que culparon a los ciudadanos. El Rey se va para una recuperación que exigirá de dos a seis meses. Unos ejercicios que incluirán recuperar la imagen y la credibilidad cuando la acción de la Justicia se aproxima a aclarar el papel de la esposa de Urdangarín.

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