La quiebra de uno de los pilares de la economía lucense, Tablicia, con 40 años de historia, ha tenido múltiples consecuencias. Sus 137 empleados fueron despedidos. Decenas de transportistas y de maderistas se quedaron sin carga de trabajo, ni a quién proveer.
Ahora también ha trascendido que unos 200 pequeños accionistas perderán los dos millones de euros que tienen invertidos en esta sociedad.