La muralla, una prueba de obstáculos

Las heces caninas que hay que sortear. (Foto: L.A.)Representantes sindicales de CC.OO., en la rueda de prensa de ayer. (Foto: Sebas Senande)
photo_camera Las heces caninas que hay que sortear. (Foto: L.A.)Representantes sindicales de CC.OO., en la rueda de prensa de ayer. (Foto: Sebas Senande)

La muralla está de aniversario a finales de este mes. El Concello se afana en organizar los fastos conmemorativos de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Aprovecho para realizar una propuesta para ese programa de actos. Animo a Díaz Grandío, edil de deportes, a que convoque una prueba de obstáculos para sortear las heces caninas que se encuentran, día sí y al otro también, a lo largo del adarve de la muralla romana.

Eso es al menos con lo que se encontró el pasado martes, a plena luz del día, una amiga que utiliza el monumento bimilenario como circuito cardiosaludable. Tuvo que ir sorteando esas caquitas, que envueltas en bolsas de plástico, jalonaban el paseo, situadas estratégicamente al lado de los bimilenarios muros.

Me dijo que cuando iba por 28 boñigas contabilizadas optó por centrarse en el ejercicio físico y dejar el matemático. Eso sí me aseguró que, cuando menos, había más de medio centenar tras completar una vuelta. Algo así como una hez de media cada 40 metros recorridos.

Lo que aprecio es que se ha producido un salto evolutivo en algunos de los dueños de mascotas. Ya no dejan los restos biológicos al aire libre, por lo menos los tapan con bolsas. Y pido perdón si generalizo, que no es mi intención. El próximo objetivo será concienciarlos de que se las lleven consigo y las depositen en las papeleras que se encuentran repartidas por las calles, en vez de olvidarlas tiradas para afear uno de los símbolos de la ciudad, con más de 2.000 años de historia.

Los que usan la muralla para hacer ejercicio físico, no para dejar esparcido por el monumento los fétidos restos de los aliviados intestinos de sus mascotas, agradecerán que la administración autonómica, por fin, instale luminarias en el adarve. No sin tiempo. Así por las noches no pisarán las heces. Por cierto, el servicio de limpieza recogió ayer lo que mi amiga vio el martes.

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