Lenguas para estar en el mundo

LAS LENGUAS son para estar en el mundo, no para aislar ni enfrentar a las personas. No son un castigo: son un espejo de la diversidad de formas de ser en el mundo. Hubo una acertada campaña de la USC que decía «En galego é a nosa forma de estar no mundo». Con demasiada frecuencia las lenguas se convierten en armas políticas de los nacionalismos que las imponen o de los nacionalismos que las persiguen o prohíben. Ambas realidades se repiten en la historia: quienes se afirman en el aislamiento y quienes persiguen lo diferente por no admitir la convivencia en la pluralidad. Las lenguas han de aceptarse como realidades y entenderse como instrumentos de comunicación y no como armas políticas. Los datos que refleja el Estudio General de Medios (EGM) sobre el gallego y el castellano en la audiencia de prensa en Lugo presentan un escenario de y para una convivencia sin problemas entre gallego y castellano. Solo el 0,3 de la audiencia declara que no entiende el gallego, frente a un 95% que lo habla y lo entiende y un 4,7% que lo entiende aunque no lo habla. Hay, según estos datos del EGM, una primacía del gallego como idioma familiar para un 54% de la audiencia de El Progreso, lo que refleja un alto grado de presencia de la lengua gallega en la esfera familiar y privada; un 29% que tiene uno u otro idioma indistintamente como preferente en la familia y el 16% para el que el castellano es la lengua familiar. En el Día das Letras Galegas se trata de reflejar esta realidad sociolingüística, defenderla como una riqueza y no como un problema, y esperar que se entienda como expresión de normalidad trasladar a todos los ámbitos esa realidad que está en el interior de las familias. Desde el gallego nadie renuncia al castellano para estar en España y en el mundo. Y desde esas dos lenguas, gallego y castellano, hay que pedir la normalidad en Galicia de la tercera.

Comentarios