La pena de muerte en EEUU, afectada por la crisis económica

(Foto de archivo: EPL)
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La crisis financiera ha llegado al sistema judicial de EEUU, que tiene problemas para seguir financiando las ejecuciones de convictos, por lo que se han reducido estos castigos en 2008.

El año pasado, según informó este jueves el Centro de Información sobre la Pena de Muerte (CIPM), se llevaron a cabo sólo 37 ejecuciones, 26 de ellas en Texas, cinco menos que en el año anterior y 51 menos que en 1999.

Menos condenas
Aunque levemente, también se redujo el número de convictos que esperan ejecución en los corredores de la muerte del país que albergan ahora a 3.309 convictos, frente a 3.350 en 2007 y 3.549 en 1999.

Según explicó CIPM, los casos de pena de muerte exigen enormes gastos especialmente en los de condenados a muerte que muchas veces exigen repetir sus procesos judiciales.

Según la Comisión para la Administración de Justicia de California, ese estado donde 670 convictos esperan la ejecución, gasta alrededor de 138 millones de dólares en la aplicación de la pena de muerte y necesita otros 95 millones de dólares para reparar un sistema ''disfuncional'' y ''al borde del colapso'', según sus miembros.

''La solución sería la derogación del castigo''
Para mantener en los corredores de la muerte a los convictos, el estado gasta alrededor de 90.000 dólares anuales más por cada condenado a la máxima pena que si se tratara de un presidiario común.

Y ese condenado a muerte tiene que esperar como media unos 4 años antes de presentar su primera apelación. En todo el país, la media de espera entre la condena y la ejecución es de 12,7 años, según el CIPM.

Para Jeanne Woodward, ex directora del Departamento de Rehabilitación de California y ex alcaide de la prisión de San Quentin, la solución sería la derogación del castigo.

''Si condenamos a los peores criminales a un confinamiento permanente, los recursos que aplicamos en la pena de muerte podrían utilizarse para investigar homicidios, modernizar los laboratorios de investigación y aumentar los programas de prevención de la violencia'', indicó.

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