Acreedores de Martinsa pueden sumarse al nuevo convenio hasta el 26 de febrero

El Juzgado de lo Mercantil número uno de A Coruña ha admitido a trámite la modificación del convenio de acreedores presentada por Martinsa Fadesa con el fin de evitar la liquidación, y ha dado de plazo a los acreedores hasta el 26 de febrero para que se adhieran a la misma.

Según el auto firmado por el juez Pablo González-Carreró al que ha tenido acceso EFE, se abre ahora un plazo de diez días hábiles para que los acreedores formulen sus adhesiones y que va desde el 12 hasta el 26 de febrero. No obstante, será válida cualquier adhesión que se formalice desde este momento.

El juez ha acordado admitir a trámite la modificación de convenio presentada el 30 de diciembre por Fernando Martín para Martinsa Fadesa y sus filiales, una vez que la compañía ha incumplido los convenios judiciales con los que salió del concurso de acreedores y tras la posibilidad que recoge la disposición transitoria tercera del Real Decreto Ley 11/2014 para modificar el plan de pagos.

Puesto que las propuestas prevén quitas superiores al 50 % de los créditos ordinarios y esperas superiores a 5 años pero inferiores a 10, es necesario que sean aceptadas por los titulares de un 75 % de sus créditos ordinarios y, además, aprobada por el juez.

La propuesta de Martinsa comprende dos alternativas para los acreedores en función de su naturaleza. Por un lado, daciones en pago de activos no estratégicos y la conversión del resto en préstamos participativos y, por otro, un plan de viabilidad que garantice la viabilidad de la compañía.

El 11 de marzo de 2011 el juez Pablo González-Carreró aprobó el plan de Martinsa Fadesa para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años, con lo que la inmobiliaria gallega superó oficialmente el concurso de acreedores al que se acogió el 15 de julio de 2008 y que se convirtió en uno de los mayores de la historia empresarial española.

Sin embargo, el 27 de enero de 2014 la inmobiliaria anunció el impago de una anualidad del convenio, que representa el 1 % y equivale a cerca de 35 millones. La inmobiliaria debía hacer frente ahora a un nuevo pago del 12,5 % de la deuda concursal.

Si la inmobiliaria no consigue pagar ninguna de estas anualidades, es decir, si acumula dos impagos del convenio de acreedores pactado, entraría en causa de disolución, opción que, aunque podría ser más beneficiosa para algunos acreedores, conllevaría más dilatación en los tiempos.

Para evitar la liquidación, Martinsa Fadesa ha presentado numerosos planes (Aurora 1, Aurora 2 y una variedad de este último) que han sido rechazados por la banca acreedora.

El interés de los acreedores de Martinsa pasaba por que la inmobiliaria presentase una quita razonable y redujese su tamaño hasta quedarse con activos de entre 400 y 600 millones de euros y una deuda similar.

En los nueve primeros meses de 2014, la inmobiliaria redujo sus números rojos un 37,5 % hasta 201,7 millones.

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