Fademur festeja el Día de la Mujer con la entrega de cuatro premios en Lugo

Blanca García Montenegro, Idoia Cuesta, María Varela y Águeda Capón recibieron el galardón
Las premiadas, de izquierda a derecha, Águeda Capón, Blanca García, María Varela e Idoia Cuesta, acompañadas de las autoridades.
photo_camera Las premiadas, de izquierda a derecha, Águeda Capón, Blanca García, María Varela e Idoia Cuesta, acompañadas de las autoridades.

La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Galicia (Fademur) celebró ayer el Día de la Mujer en Lugo con la entrega -entre otros actos- de cuatro galardones a otras tantas mujeres que destacan en distintos ámbitos.

Las premiadas fueron Blanca García Montenegro, presidenta del Grupo El Progreso, que recibió la distinción al compromiso empresarial con la igualdad y el medio rural; Idoia Cuesta, artesana de cestos y de telar, premio a la innovación de la artesanía tradicional; María Varela, gerente y cocinera de la casa de turismo rural A Parada das Bestas, de Palas de Rei, que obtuvo el premio a la puesta en valor de la gastronomía gallega, y la chantadina Águeda Capón, propietaria de la ganadería Capón y vicepresidenta del Club de Xóvenes Gandeiros de Galicia, que recibió el premio al compromiso con el sector primario y el territorio.

Aunque este fue el acto principal de la jornada, la agenda de Fademur comenzó ya a las once de la mañana. Una hora más tarde, se proyectó un vídeo y, seguidamente, Sonia Fernández Patiño, experta en igualdad, disertó sobre las mujeres trabajadoras del medio rural. Un coloquio y una monologuista completaron el programa de actos antes de comenzar la entrega de premios, presidida por José Ramón Gómez Besteiro, titular de la Diputación Provincial, donde se celebraron los actos.

Las cuatro condecoradas recogieron una cesta con productos artesanales, de la campaña Lugo Sabe, llevada a cabo por la Diputación. Acto seguido, la presidenta del Grupo El Progreso, Blanca García Montenegro, tomó la palabra, en nombre de todas ellas, e hizo una encendida defensa del papel de la mujer en la sociedad. "Las mujeres luchamos en un mundo hostil donde todavía mandan los hombres. Habitualmente, asisto a reuniones de grandes asociaciones en las que yo soy la única mujer. Esto es una pena porque el mundo sería más completo si hubiese mujeres en todos los ámbitos. Por eso, tenemos que querernos muchísimo, pensar que somos lo mejor para valorarnos a nosotras mismas", afirmó.

También tuvo unas palabras de reconocimiento para las mujeres del medio rural en general, de las que dijo que era importante conocer lo que hacen. En este sentido, destacó el trabajo de la galardonada Águeda Capón que, al frente de su ganadería, "tiene un mérito del demonio", dijo, añadiendo, además, que pese a los premios recibidos ya y a su juventud "esta chica elige quedarse en Chantada y eso vale mucho".

Blanca García Montenegro no quiso protagonizar el acto -pese a que fue la única de las premiadas que tomó la palabra- y agradeció la generosidad de Fademur al darle el premio "al lado de Idoia, María y Águeda, gente más anónima y merecedora del premio que yo por todo lo que hacen".

El presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro, cerró el acto, antes de que se sirviesen los pinchos para todos los presentes, con un discurso que comenzó señalando que la de ayer era una jornada agridulce y triste, tras el conocimiento de la muerte de su predecesor al frente de la corporación provincial, Francisco Cacharro Pardo, del que dijo, por otra parte, que merecía todo su reconocimiento por su trabajo durante los años "que serviu a esta provincia".

Seguidamente, tuvo palabras de reconocimiento hacia las galardonadas, entre ellas, Blanca García Montenegro, de la que destacó sus méritos propios "na historia do xornal El Progreso, que é tamén a historia desta provincia".

El acto se cerró con la participación de todos los asistentes -la gran mayoría, mujeres-, que llenaban por completo el salón de actos de la Diputación, en un aperitivo servido también en el palacio de San Marcos.

Mientras tanto, fuera, se celebraba la última jornada de la feria de artesanía, hecha por mujeres, en la que se vendían algunas de las últimas creaciones en cestería de lana de Idoia Cuesta, así como licores, bisutería y también bufandas y fulares de telar.

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