Un armadanzas de la cultura lucense

Dositeo Cela, hijo de emigrantes, comercial de varias firmas y de vuelta en Lugo tras el paso por varios países está detrás de algunas de las propuestas del Concello, como el Festival da Retranca
Dositeo Cela
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Podría decirse que la filosofía de vida de Dositeo Cela es buscar todo aquello que "suponga un poco de reflejo positivo, darle una alegría al momento de estar vivo, que con toda seguridad siempre es mucho menos de lo que uno desea". Con este espíritu, una buena red de contactos y la voluntad de hacer cosas por su ciudad, Cela se presentó hace algo más de un año en el Concello de Lugo con un innovador proyecto cultural bajo el brazo: las catas literarias. La propuesta no solo encontró apoyo, sino que, a la vista del resultado, se puede decir que la idea cuajó. Escritores como Lorenzo Silva, Carmen Posadas, Xosé Neira Vilas, Pedro Feijoo, Manuel Loureiro... compartieron pinchos y conversación con sus lectores en el MIHL durante los últimos meses. De esa experiencia, Cela sacó otro proyecto, el festival de literatura y arte con retranca que se celebra esta semana en la ciudad.

"Me sorprendió mucho el buen humor de muchos escritores, no de todos. Muchas veces hay la idea de que son gente seria, sin gracia, pero nos encontramos con gente con conversación tan divertida, con un humor tan fino, con retranca..., que pensamos que se le podía dar otro enfoque al humor, que últimamente está muy asociado a los monólogos, y a la vez potenciar lo nuestro, porque yo creo que la retranca es un concepto gallego", explica Cela.

El resultado es un festival con manifestaciones artísticas diversas, todas ellas con el común denominador del humor. La citas principales son los diálogos entre autores (escritores, periodistas, humoristas...) que hay por las noches en el MIHL. Van de asuntos tan prosaicos como la vida conyugal a otros más serios, pero siempre con un cariz humorístico, como la Transición española. El certamen incluye exposiciones, magia, música, improvisaciones callejeras, gastronomía y propuestas tan arriesgadas como la de este jueves, una "instalación" de Pestana consistente en una plantación de patatas en el MIHL. "La literatura es el origen de la idea, pero quisimos extenderlo a todas las artes, porque todo tiene retranca. Lugo, como todas las ciudades, tiene que aprovechar su potencial, necesita turistas y competir", explica el promotor.

VIDA AVENTURERA. A Cela le gusta la literatura, aunque dice que lee mucho menos de lo que le gustaría, y la creatividad, aunque en su actividad profesional poco tiene de ambas. Es hijo de emigrantes de As Nogais al País Vasco, estudió empresariales y desde hace años es representante comercial de varias empresas nacionales e internacionales del sector textil y de la informática.

Tras vivir en China, Estados Unidos e India y tras el fin de una relación personal, hace dos años regresó a Lugo. "Tenía a mis padres aquí, soy hijo único y demandaban un poco mi presencia", dice.

Cela se encontró una oferta cultural muy superior a las expectativas que se había formado para una ciudad del tamaño de Lugo. Su afán por llevar a cabo nuevas actividades tiene que ver con esa circunstancia. "Cuando queda tan absolutamente demostrado que la ciudad se une a un proyecto como el Arde Lucus, significa que le gusta lo que se propone, que le gusta participar. ¿Por qué entonces no se van a hacer más actividades, siempre que tengan un contenido que interese?", plantea.

VÍNCULO CON EL CONCELLO. Cela colabora con el Concello y como tal recibe una contribución económica, "pero ni mucho menos da para vivir de esto". Confiesa que gran parte de lo hecho hasta ahora fue gracias a sus amistades. Un amigo librero de Alicante, con una vinoteca al lado de la librería y contactos en el mundo editorial le dio la idea de las catas literarias, una propuesta que va como anillo al dedo a una ciudad donde la gastronomía tiene una importancia capital, cree.

Cela no sabe si las catas literarias y el festival de retranca tendrán continuidad la próxima temporada. Y tampoco tiene más proyectos culturales a la vista.

De momento, el Festival da Retranca recibió este jueves las críticas del BNG, que consideró "paletismo-colonizado" que en un festival de retranca más de la mitad de los invitados no sean gallegos. Rubén Arroxo opinó que "é un engano ver madrileños ensinándonos o que é a retranca".