El fraile de O Cebreiro acusado de prostitución y abusos sexuales salió este viernes de la prisión de Bonxe, donde permanecía desde que fue detenido, a finales del mes de febrero pasado.
J.Q.A. abandonó la cárcel a las ocho de la tarde en un vehículo que tomó dirección hacia la provincia de A Coruña. La orden de puesta en libertad llegó tras varias peticiones que fueron rechazadas por la Audiencia Provincial. La sala se mantenía a la espera de que el juzgado de Becerreá, que instruye el caso, recibiese todas las pruebas que había solicitado antes de tomar una decisión.
El fraile franciscano está acusado de incitar a la prostitución a una menor de Pedrafita, de 17 años, con la que mantenía relaciones sexuales, supuestamente a cambio de dinero. También se investiga un posible intento de abuso sexual a un joven con discapacidad intelectual.
El religioso admitió haber mantenido relaciones sexuales con la joven, pero niega haberle pagado por ello. Asegura que el dinero que le daba no compensaba servicios sexuales, sino que era una ayuda para paliar sus problemas económicos. Con respecto al joven, afirma que nunca mantuvo relaciones con él.
DESTINO. La orden franciscana, a la que pertenece el religioso, se había comprometido a darle alojamiento en alguno de sus conventos si la Audiencia Provincial lo dejaba en libertad. No obstante, el fraile podrá elegir si desea residir en las instalaciones que la orden determine o en cualquier otro lugar.
Lo que no podrá es ejercer las labores religiosas que desempeñaba en el santuario de Pedrafita, pues el Obispado de Lugo prohibió de manera cautelar, justo después de su detención, su presencia en las parroquias de la unidad pastoral de O Cebreiro. El fraile asistía a los peregrinos, pero no celebraba misas porque no es cura.
Dos hombres lo esperaban al salir de la cárcel de Bonxe, en Outeiro de Rei, y el vehículo en el que viajaban partió por la autovía A-6 hacia A Coruña, precisamente la dirección opuesta a Pedrafita do Cebreiro.
