El colectivo de comerciantes Centro Comercial Urbano (CCU) de Monforte tienen en marcha una campaña orientada a mostrar a los jóvenes las ventajas de apoyar el comercio local.
En las últimas semanas integrantes de la asociación recorrieron los institutos para explicarles a los estudiantes el flujo de negocio que se genera cuando alguien invierte en los establecimientos de la ciudad y cómo un simple gesto como adquirir una camiseta en Monforte y no en una gran superficie ayuda a que se mantenga una tienda abierta con sus respectivos puestos de trabajo y con la posibilidad de colaborar con la vida social de la ciudad.
Pero ayer hubo una lección práctica con la primera fiesta del comercio monfortino. Durante todo el día, las calles se llenaron de juegos para los niños y por la noche, tuvo lugar una gran pancetada y la actuación de la orquesta Olympus. "Lo que queremos demostrarle a los jóvenes con esta fiesta es que si tenemos un comercio local fuerte ese comercio puede organizar actividades en Monforte, puede contratar atracciones como la de una de las orquestas con más tirón de toda Galicia", explicó María José Senra, presidenta del colectivo.
"Si la gente hace sus compras fuera, los negocios no pueden sobrevivir, tienen que echar el cierre y no hay posibilidad de colaborar con la vida social", añadió.
Pero la campaña de la asociación no termina con la fiesta que se prolongó hasta la madrugada de hoy y en la que además se organizaron numerosos sorteos de vales de compra de 100 euros. El pasado verano, el CCU ya organizó dos noches abiertas en las que las tiendas se llenaron de gente y para los próximos meses ya se están planeando iniciativas similares. Se quiere programar una noche especial al mes y la previsión es empezar en junio.
El balance de la fiesta de ayer fue positivo y, en general, en la asociación reconocieron que el tejido comercial de Monforte conoció tiempos peores. En la actualidad el CCU cuenta con 130 miembros y en los últimos meses se asociaron numerosos establecimientos de reciente creación, con filosofías innovadoras, regentados por jóvenes. En dos años hubo una veintena de aperturas en la ciudad, entraron nuevos productos y nuevas marcas. Los recién llegados están muy presentes en las redes sociales y también obligaron a los establecimientos que llevaban más años a buscar nuevas formas para acercarse al consumidor.
Los integrantes de la directiva del CCU están satisfechos con la evolución del tejido comercial y de la asociación y explican que ahora quedan dos retos por delante, el primero el de lograr que el consumidor se implique más y, el segundo, atraer negocios de diferentes sectores hacia el colectivo.
