La Fiscalía exculpa a Augas de Galicia del delito ecológico de A Fervenza

El conselleiro de Medio Ambiente, en funciones, Manuel Vázquez, ha afirmado haber recibido ''con alegría'', la resolución de la Fiscalía en la que exculpa a su Departamento del desastre medioambiental del embalse de A Fervenza, en noviembre de 2007, cuando la sequía casi total del embalse causó la muerte a miles de peces.

La Fiscalía ha decidido exculpar a los dos altos cargos de Augas de Galicia -organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente- imputados en el caso, dejando todo el peso del delito ecológico sobre los otros dos imputados, ambos de la empresa que explota el embalse, Ferroatlántica.

Según informa el diario El País, la Fiscalía considera que toda la responsabilidad recae sobre la empresa administradora de A Fervenza, Ferroatlántica, por dejar casi sin agua el embalse en época de sequía para garantizar la producción de electricidad en otra presa que también explota en el mismo río Xallas.

No obstante, la decisión de la Fiscalía todavía deberá ser tomada en cuenta por el Juzgado de Corcubión, que instruye el caso, que será quien determine qué diligencias judiciales tomar y quienes son los finalmente imputados.

En noviembre de 2007 el embalse de A Fervenza, entre los concellos de Dumbría, Zas y Mazaricos, el más grande de la provincia de A Coruña con  una capacidad de 104 millones de metros cúbicos, se quedó prácticamente seco. Miles de peces, casi todos truchas, murieron pese a las tareas que efectuaron en la zona los técnicos de Medio Ambiente para rescatarlas.

Sanciones millonarias y cuatro imputados
Por este delito ecológico, la Consellería de Medio Ambiente decidió personarse como acusación en la causa abierta por el Juzgado de Corcubión contra Ferroatlántica. Ante las acusaciones de Medio Ambiente, que aseguraba que la empresa había abierto las compuertas, Ferroatlántica se defendía argumentando que llevaba un mes condicionando su actividad de generación hidroeléctrica para mantener el caudal ecológico del encoro, protegido por la legislación autonómica.

Medio Ambiente y Aguas de Galicia abrieron a Ferroatlántica dos expedientes sancionadores, uno de ellos de tipo muy grave por incumplimiento de la Lei de Pesca Fluvial de Galicia, otro por la mala gestión del encoro y la realización de obras en el mismo sin tener los permisos pertinentes. Infracciones por las que podría ser condenada con hasta 300.000 euros de multa.

Por su parte, el Juzgado de Corcubión decidió imputar a cuatro personas por el delito ecológico. Por un lado, el director xeral de Augas de Galicia, José Luis Romero Valeiras y el subdirector de Proyectos y Programas, Francisco Alonso; y por el otro, el consejero delegado de Energía de Ferroatlántica, José Luis González Haba; y el jefe de explotación del embalse, Román Lozano.

Acusaciones cruzadas
Consideraban que Aguas de Galicia había eludido la responsabilidad de controlar los niveles de agua del pantano hasta llegar a la situación que ocasionó la muerte de los peces, más teniendo en cuenta la época de sequía que se atravesaba.

El conselleiro de Medio Ambiente aseguraba que un día antes del vaciado, Aguas de Galicia había advertido a la empresa que debería vigilar el caudal. Además, explicó que el permiso de explotación del embalse obliga a comunicar con un mes de antelación a Aguas de Galicia que el nivel de la presa baja do 20%.

Sin embargo, Ferroatlántica habría avisado de la crisis tan sólo un día antes de la muerte de los peces, y enviado la alerta al Servicio de Protección da Natureza y no a Augas de Galicia, lo que eximiría a la Administración de cualquier responsabilidad.

Responsabilidades políticas
Quien no está tan satisfecho con la decisión de la Fiscalía es la Asociación de Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega). Su secretario ejecutivo, Fins Eirexas, explica que, si bien la responsabilidad directa es de la empresa, la responsabilidad política cae también sobre Augas de Galicia.

''Son los encargados de fiscalizar qué hacen las empresas concesionarios con los ríos. Los ecologistas no podemos ser la 'policía verde' mientras ellos miran a otro lado. Por eso creemos que la Administración también tiene responsabilidad, no sé si jurídica, pero sí política, por una auténtica dejadez de funciones''. concluye Eirexas.

Aunque Adega se centraba en reclamar responsabilidades políticas, ''tenemos muy claro quién es el responsable directo, que es el señor Villar Mir [propietario de Ferroatlántica], que está acostumbrado a tener total derecho de pernada sobre las aguas del Xallas''.

Así, achacan el desastre ecológico a que Ferroatlántica abrió las compuertas para abastecer la presa de Santa Uxía ''y sacar más rédito económico''. El problema, insisten, es que Aguas de Galicia se conforma con ser un ''ente recaudatorio'' y no se ocupa de vigilar si se cumplen o no las normas ambientales, ''que están consideradas como normas de segunda'', lamenta Eirexas.

Como ejemplo, Adega asegura que A Fervenza es ''el único accidente geográfico que se abre por horas los fines de semana en verano'', y que los vecinos de la zona declaran haber visto situaciones cercanas a la sequía en el embalse en numerosas ocasiones.

Retirada de la concesión, la mayor herida

Cuando abrió los expedientes sancionadores contra la empresa de Villar Mir, Medio Ambiente amenazó además con retirar a Ferroatlántica la concesión del agua del Xallas. Sin embargo esta opción ha quedado marginada, y pese a que Manuel Vázquez confía en que la decisión de la Fiscalía sirva a la empresa para aprender de sus errores, nada ha dicho sobre esta retirada.

Algo que en Adega consideran fundamental para dar un buen escarmiento a Ferroatlántica. ''Para Villar Mir 300.000 euros es calderilla, pero si le quitan la concesión, así si que podría 'hacerle pupa' la aDministración'', reclaman.

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