Cae la recogida de leche y peligra el futuro de las explotaciones

Comienza una nueva campaña láctea marcada por el cese de recogida de varias industrias en la comunidad gallega y el ''peligro inminente'' del cierre de unas 4.000 explotaciones.

Tal y como habían anunciado a lo largo del mes de marzo, varias centrales lácteas, entre ellas Leche Pascual, abandonaron varias líneas de recogida o redujeron de forma ''drástica'' la cantidad a retirar. En concreto se trata de ocho cooperativas entre las que se encuentran Melisanto, Arzuana, Pico Sacro, Tierra Llana y Coba de Vales en la provincia de A Coruña e Icos, Agroganadera de Sarria, Agrís y Tierra Llana en la lucense, según las informaciones proporcionadas por la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca).

En total están afectados cerca de 2.000 ganaderos, que ahora destinarán su producción a la transformación en polvo, al carecer de comprador. Los ganaderos obtendrán 0,18 euros por el litro en origen, alrededor de 0,09 céntimos menos que percibirían si la producción fuera dirigida al envasado.

Peligro de cierre de explotaciones
Por otra parte, la campaña 2009-2010 arrancará con el peligro ''inminente'' del cierre de unas 4.000 explotaciones gallegas, del total de 14.500 que hay actualmente, según los datos de la Consellería de Medio Rural.

Los tres sindicatos agrarios mayoritarios en la comunidad, Unións Agrarias (UU.AA.), Xóvenes Agricultores (XX.AA.) y Sindicato Labrego Galego (SLG) llevan alertando desde hace meses de las consecuencias que acarrearían las consecutivas bajadas de precios que soportan los productores lácteos. Por eso, demandan reiteradamente el establecimiento de mecanismos de fijación de un precio mínimo, que cubra los costes de producción.

En 2007, un litro en origen se pagó a 0,37 euros de media, mientras que en 2008 esta cantidad descendió consecutivamente hasta situarse ente los 0,30 y los 0,28 euros. Actualmente, los productores perciben, de media, 0,27 euros, aunque hay casos en los que las centrales pagan alrededor de 0,25 euros.

La pasada campaña comenzaron a firmarse contratos homologados entre centrales y ganaderos, pero lo que fue presentado por Medio Rural y apoyado por UU.AA. y XX.AA. como un instrumento para aportar ''estabilidad'', no consiguió frenar la caída de precios. En los últimos meses del 2008, las organizaciones denunciaron las ''amenazas'' de las industrias para conseguir bajar la cantidad que pagaban por el litro en origen.

Dumping
Las importaciones ''masivas'' a precios por debajo del coste de producción, el llamado dumping, fueron otro de los caballos de batalla de las organizaciones agrarias durante el 2008. Así, denunciaron reiteradamente que las industrias almacenaban en stock gran cantidad de litros que compraban a la industria de Francia, Portugal, Alemania o Polonia, a precios alrededor de 10 céntimos inferiores a los que perciben los ganaderos gallegos.

El sector asume que las importaciones son ''necesarias'', ya que España es un país deficitario en producción, ya que produce alrededor de seis millones de toneladas y consume nueve millones. Por eso demandan establecer un marco regulador para esta práctica y reclaman un control de ''calidad y trazabilidad'' del producto que se importa.

Críticas al Ministerio
Ante esta situación, las críticas de los sindicatos se dirigen, fundamentalmente, al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, al que recriminan ''no escuchar'' al sector y no adoptar medidas ''urgentes y eficientes'' para solucionar la situación de los productores.

Los sindicatos exigen al departamento estatal que ponga en marcha mecanismos para frenar el dumping y, en relación con esto, el establecimiento de precios mínimo.

Asimismo, consideraron un ''error'' el apoyar, en su día, la reforma de la PAC por la que se aprobaba el aumento lineal de la cuota para todos los países, argumentando que los excedentes de los países que ya tienen un nivel de producción superior al de su consumo interno ''invadirán'' el mercado español.

Además, también coinciden en calificar de ''inacertada'' la decisión de los ministros de Agricultura europeos de aprobar la retirada del sistema de cupos, prevista para 2015.

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